Nueve cosas que nadie te cuenta cuando te enfrentas a una cesárea

Cosas que nadie te cuenta cuando te enfrentas a una cesárea

A menudo, algunas famosas que vemos en televisión y que han tenido a sus bebés mediante cesárea, nos muestra una imagen muy irreal de esta intervención. Las vemos saliendo del hospital subidas en sus tacones de infarto, sosteniendo en brazos a sus bebés, y sonrientes y relajadas, sin una mueca de dolor en su rostro. Pero, ¿esto también le ocurre al común de los mortales?

Pues siento decir que nada más lejos de la realidad; al menos no en la inmensa mayoría de los casos. Y es que se nos olvida que la cesárea es una cirugía mayor abdominal y como tal, requiere de una serie de cuidados adicionales.

El problema es que estos cuidados tras la cesárea rara vez nos son comunicados por los profesionales sanitarios, y lo vamos averiguando nosotras, con más o menos premura en función de la experiencia que hayamos tenido.

Consejos para recuperarte de la cesárea

En mi caso particular y tras haber vivido esta intervención quirúrgica tres veces, creo que estas son las principales cosas que nadie te cuenta cuando te enfrentas a una cesárea:

1) La lactancia puede no ser fácil

cosas que nadie te cuenta cuando te enfrentas a una cesárea

Hay quien considera que la cesárea no interfiere en la lactancia si se respeta el contacto precoz piel con piel entre madre y bebé. Pero lo cierto es que amamantar semitumbada y sin apenas poder moverte a causa del dolor, puede llegar a dificultar mucho el inicio de la lactancia materna.

En mis tres lactancias salí del hospital con grietas por el mal agarre del bebé. Y es que si no tienes experiencia dando el pecho tumbada, te aconsejo que busques la ayuda de una asesora de lactancia que pueda guiarte sobre la mejor posición a adoptar para amamantar en esos primeros momentos.

2) Molestias al orinar

Durante la cesárea te pondrán una sonda vesical que no te retirarán hasta pasadas unas horas de la intervención. Cuando te la hayan quitado quizá sientas molestias y escozor a la hora de ir al baño. Si es así, ármate de paciencia y bebe mucho líquido para eliminar cuanto antes los posibles residuos que hayan podido quedar y estén provocando ese dolor. En un par de días estas molestias habrán desaparecido.

Pero cuidado, porque si eres propensa a las infecciones de orina la sonda vesical podría provocarte una.

3) Analgesia y dolor de estómago

Los dolores post quirúrgicos requieren de analgesia durante algunos días, por lo que si tienes el estómago un tanto delicado, como es mi caso, la medicación podría provocarte molestias. Pregunta a tu médico el tipo de analgesia que mejor te conviene si eres propensa a dolores de estómago o gastritis.

4) Gases y malestar estomacal

Al ser una cirugía abdominal, los gases y el malestar estomacal se hacen patentes desde el principio.

Probablemente te mueras de ganas por comer todo aquello de lo que has tenido que prescindir durante el embarazo, pero mi consejo es que esperes una o dos semanas a que la hinchazón abdominal desaparezca. Bastante tenemos con el dolor quirúrgico como para añadir, además, molestias estomacales por precipitarnos con la alimentación. ¡Dieta suave y alimentos ricos en fibra pueden ser los mejores aliados!

5) Debes esperar para comenzar a hacer deporte

cuidados tras la cesárea

Los expertos aconsejan no comenzar a ejercitar la musculatura abdominal hasta pasados tres meses de la cesárea. Y esto puede ser mucho tiempo cuando anhelas volver a sentirse bien practicando deporte, o quieres reducir cuanto antes la tripa postparto.

En cualquier caso, sólo el médico o un fisioterapeuta especializado en postparto serán quienes mejor te puedan guiar a la hora de comenzar a hacer ejercicio físico. Y ojo, porque tampoco vale cualquier ejercicio.

6) Guardar reposo

Recuerdo que en la última clase de preparación al parto, la matrona nos dijo que en caso de cesárea se recomendaba un reposo absoluto durante tres meses. Por reposo absoluto se entendía no levantar peso, no hacer ejercicio, evitar las labores del hogar… En definitiva, no hacer cualquiera de las cosas que habitualmente hacemos en nuestro día a día.

Personalmente, considero que tres meses de reposo es una barbaridad, pues realmente en cuanto te quitan los puntos empiezas a sentirte mucho más fuerte y preparada para afrontar el ritmo de vida que llevabas antes. Pero lo cierto es que algo de razón tiene, pues aunque te encuentres bien, no se llega a estar al 100% hasta pasado mucho tiempo.

7) Insensibilidad abdominal

Es probable que tardes semanas, e incluso meses, en recuperar la sensibilidad de la zona abdominal. Durante la intervención se han cortado muchas capas de tejido y nervios que tardarán tiempo en cicatrizar.

Cuando deje de dolerte la cicatriz (en algunas ocasiones el dolor puede ser intermitente, o durar varias semanas), comenzarás a sentir hormigueo y al tocarte notarás la zona adormilada.  Mi consejo es que os impongáis como tarea diaria un automasaje más o menos intenso en la zona abdominal para que el tejido “se vaya despertando” y logréis volver a recuperar la sensibilidad en toda la zona afectada.

Si el tocaros la tripa os genera una sensación desagradable, respirad profundamente antes del masaje y tratad de hacerlo lo más relajadas posibles.

8) Cuidados de la cicatriz, a corto, medio y largo plazo

Por otro lado, nadie te dice que la cicatriz de una cesárea requiere tratamiento y cuidado. Y no me refiero a los cuidados básicos que toda herida quirúrgica necesita, sino a los cuidados posteriores, una vez que hayan retirado los puntos.

Mi consejos es que os pongáis en manos de un fisioterapeuta que trate vuestra cicatriz para evitar adherencias y reducir la hinchazón.

9) ¿Nuevo embarazo? Mejor esperar

Quizá, con tu recién nacido en brazos y la experiencia de la cesárea reciente, quedarte de nuevo embarazada no entre en tus planes a corto plazo. Pero en ocasiones ocurre todo lo contrario, y las ganas por dar un hermanito a tu bebé se vuelven cada vez más intensas.

Si es tu caso, pregunta al médico cuándo podrías volver a quedarte embarazada de nuevo. Lo recomendable es esperar 18 meses a que el útero haya cicatrizado, pero nadie mejor que tu ginecólogo para orientarte, en función de tus particularidades.

Desde mi experiencia, estas son las cosas que nadie te cuenta cuando te enfrentas a una cesárea. Así que si vas a pasar por ello, ¡toma buena nota!

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