Mi experiencia con el colecho y cómo practicarlo de forma segura

 

cuna colecho

Mi Mayor durmió en nuestra habitación hasta los dos años. Aunque rara vez compartíamos cama, su cunita estaba bien pegada a nosotros y todas las noches se dormía dándome la manita. Por aquel entonces fueron muchas las voces que nos alertaron de “lo mal que lo estábamos haciendo” y lo “difícil que sería sacarle de nuestra habitación conforme fuera creciendo”. Pero nada más lejos de la realidad.

A los dos añitos, por voluntad propia decidió dejar nuestro dormitorio y estrenar el suyo propio, con seguridad, confianza y sin lágrimas. Desde entonces, mi hijo ha dormido siempre fenomenal y si alguna noche ha necesitado de nuestra compañía no ha tenido más que pedírnoslo, porque sabe que papá y mamá están ahí siempre.

Con mi Pulguita practicamos colecho desde el primer día, y he de decir que esta práctica me ha facilitado mucho la lactancia. Los primeros meses dormía en una cuna colecho pegada a nosotros, y después pasó a nuestra cama. Pero poco antes de cumplir los 17 meses, ella misma ha decidido cambiar nuestra compañía a la hora de dormir por la de su hermano mayor, y se ha mudado a su habitación. 

La experiencia me ha demostrado que no hay nada mejor que confiar en nuestros hijos y respetar sus ritmos. Si les damos libertad y atendemos sus necesidades emocionales, emocionalmente, ellos mismos irán dando pasos firmes cuando se sientan preparados para ello.

Cómo practicar colecho de forma segura

Cohecho seguro

Si quieres practicar colecho, quizá también hayas escuchado algún comentario sobre lo peligroso que puede ser ante la posibilidad de aplastar a tu bebé mientras duermes. Yo misma también llegué a pensarlo alguna vez. Pero debes saber que el riesgo de que esto ocurra es prácticamente nulo. En cualquier caso, se deben tomar ciertas precauciones y no practicar colecho en caso de obesidad de los padres, consumo de drogas, tabaco, alcohol o ciertos fármacos, o si se trata de un bebé prematuro o de bajo peso. A las recomendaciones citadas anteriormente, la Asociación Española de Pediatría (AEPED) nos ofrece unas pautas para un colecho seguro:

  • Acostar al bebé boca arriba en un colchón plano y firme
  • Evitar que el bebé tenga a su alcance almohadas, cojines, peluches, mantas… con las que se pueda cubrir la cabeza de forma accidental
  • Evitar compartir cama si uno de los dos progenitores está enfermo o está extremadamente cansado

Por otro lado, si dormir en la misma cama os impide descansar adecuadamente, pero no quieres renunciar al colecho, puedes colocar la cuna de tu bebé pegada a tu cama y retirar uno de las barandillas laterales. Si el somier de la cuna es regulable en altura, escoge la altura que quede a ras de tu colchón y si no lo es, seguro que encuentras la forma de solucionarlo (siempre hay alguien “manitas” en bricolaje en todas las familias ;-)). Para unir la cuna a tu cama, utiliza unas cuerdas o pulpos que pasen por debajo de ambos somieres y átalos. De esta forma, la cuna quedará completamente acoplada a tu cama y no se moverá.

Estos pasos te los ahorrarías con una cuna colecho, pero además de ser un gasto desorbitado, este tipo de cunas se quedan pequeñas enseguida.

Además de la seguridad emocional que el colecho aporta a los hijos, ésta es una práctica beneficiosa para el mantenimiento de la lactancia materna y hay evidencias científicas de que los bebés que duermen cerca de la cama de sus padres disminuyen hasta en un 50% el riesgo de muerte súbita.

 Por tanto, desde mi experiencia recomiendo colechar; cada familia como desee y se sienta más cómoda, pero lo que no cabe duda es hacer colecho y despertar al lado de mis hijos es una auténtica gozada para todos.

4 comentarios en «Mi experiencia con el colecho y cómo practicarlo de forma segura»

  1. Hola! Muy interesante el artículo. Con mi hija mayor nunca colechamos, al menos no en la misma cama, ella estaba en la minicuna a mi lado y me costó tanto pasarla a su habitación que la pobre durmió en la cunita hasta los 8 meses. Al menos ella no debió notar apenas el cambio porque no dio ni una mala noche, la verdad que siempre fue y es, buena para dormir, ya tiene casi 5 años. Ahora con la nueva integrante de la familia que tiene 1 mes y 18 días, duerme también en la minicuna a mi lado, pero ya se han dado varias noches en las que a ella le costaba un poco dormirse después de alguna toma y mi marido el pobre acababa en el sofá y ella durmiendo conmigo en la cama y superbien. Al principio tenía miedo por lo que comentas en el artículo, si me daba por moverme y chafarla o algo parecido pero nada más lejos, tal y como me dormía de lado hacia ella mirándola, asi me despertaba, tal cual, y la verdad que no hay cosa que pueda gustarme más que despertarme con mi chiquitina al lado :-). Con ella tengo muy claro que si me pasa como con la mayor, que me costaba pasarla a su habitación porque yo quería seguir teniéndola conmigo, no la pasaré y se quedará hasta que ella quiera, no quiero perdérmelo esta vez :-))! Lo malo que yo no puedo acoplar una cuna más grande a mi cama porque no tengo somier, sino tapiflex y no creo que se pueda pero bueno en todo caso pondría una cuna de 1,20×60 (que compraría porque no la tengo jeje) pegada a mi cama cuando ya no pueda seguir en la minicuna y en su habitación permanecerá la cuna más grande de 1,40×70. Ya iremos viendo. Besos.

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    • Yo le tengo en cuna colecho del Ikea, (creo que es esa misma de la foto) se hacen agujeros iguales que los que trae y regulas la altura al gusto.
      Como mi cama no tiene somier, sino tapiflex, hemos pasado unas correas por debajo del colchón y con unas hebillas, similares a las de las de las mochilas de los niños, enganchamos y desenganchamos la cuna de la cama.
      Yo no descanso bien con él en la cama, me quedo fija y me despierto con contracturas, pero me encanta sentirle cerca, oírle respirar y así es como dormimos la mar de agusto.

      Probé a pasarlo a su cuarto y genial, no despertó en toda la noche, pero yo me la pasé dando paseos por el pasillo y no pude dormir, así que… a mi vera hasta que él quiera irse, por ahora parece darle igual donde dormir, puesto que cae como un plomo, sin importarle donde.

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    • Hola Sara!
      Me alegra que te haya parecido útil el artículo. Enhorabuena por tu nueva maternidad. La verdad es que es precioso e indescriptible dormir con nuestros bebés; sentirles cerquita y poder acariciarles y notar su calor.
      Creo que haces muy bien respetando sus ritmos y dejando que sea ella quien decida cuando marcharse a su habitación. Es cierto que los niños se adaptan a todo pero con quien más seguros se sienten es durmiendo cerca de sus padres aunque llegará un momento en que ellos mismos decidan marcharse a su propia habitación y todo será fácil y sin lágrimas ni traumas.
      Un abrazo!

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      • Muchas gracias! Pues si la verdad que es muy bonito dormir a su lado y para ellos es lo mejor porque les encanta dormir con mamá y papá, sobretodo con mamá jejeje. Así que como ya he dicho, esta vez lo pienso disfrutar y dejar que sea ella la que decida cuando irse. Besos!

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