Hace un par de meses tuve ocasión de asistir a un desayuno de blogueras con el Doctor Federico Martinón, experto en vacunas en nuestro país. Yo siempre he sido pro-vacunas y, sin ánimo de ofender a nadie, no entiendo ni comparto la postura de los padres que no vacunan a sus hijos. Pero tras escuchar a este gran médico que ha dedicado su vida a la investigación de vacunas y, sobre todo, ver con mis propios ojos imágenes de niños sufriendo terribles enfermedades a causa de la no-vacunación, me reafirmo aún más en la importancia vital de mantener al día el calendario de vacunación de nuestros hijos.
La OMS indica que las vacunas salvan al año 2,5 millones de vidas pero 2 millones más se pierden por no vacunarse. Gracias a las vacunas enfermedades como la viruela, la polio o la difteria (auténticas pesadillas en la época de nuestros abuelos) han quedado prácticamente erradicadas y otras como sarampión y varicela no son ni la sombra de las enfermedades virulentas y a veces mortales que eran hace algunas décadas o que siguen siendo en otros países del mundo.
Los padres que deciden no vacunar a sus hijos juegan con la protección que obtendrán de los niños vacunados pues saben que éstos no contagiarán enfermedades graves a sus hijos. Al final se benefician unos pocos de la decisión coherente que decidimos tomar la mayoría de los padres. Lo grave, a mi juicio, es que los colectivos en contra de las vacunas no hacen más que crecer y en la gran mayoría de los casos asientan posturas basándose en informaciones que circulan por la red y sin los conocimientos y los años de investigación de los expertos que sí las promulgan.
El miedo a las enfermedades graves en la infancia por culpa de la no vacunación sólo lo sienten los profesionales sanitarios que atienden a esos pequeños enfermos. Efectivamente es un porcentaje mínimo de la población y sus historias no trascienden hasta el punto de calar en la conciencia social y convencerse de los beneficios de las vacunas en la infancia.
Ya ha entrado en vigor un nuevo y único calendario de vacunas para toda España (sin distinción por Comunidades):
- Cambios importantes en lo que respecta a la vacuna del neumococo, uno de los virus más graves -y mortales- en la infancia causantes de enfermedades como menigititis y neumonía.
- La varicela se retrasa a los 12 años cuando se estima que para entonces el 90% de los niños ya habrá pasado por esta enfermedad. De nuevo la varicela, que prácticamente ya no se da en niños pequeños y cuando lo hace no cursa con graves secuelas, se convertirá en una enfermedad temida y ante la que los pequeños estarán expuestos en sus primeros años de vida.
- Se retrasa la administración de la vacuna del papiloma humano a los 14 años
- Se pierden dosis de recuerdo de vacunas como la tosferina
- Se sigue sin incluir la vacuna del rotavirus, uno de los virus más comunes en lactantes y responsable de graves diarreas.
La varicela, el neumococo y el rotavirus son tres vacunas obligatorias presentes en los calendarios de gran parte de los países europeos pero ya se sabe que Spain is different. Lo grave del tema es que este calendario no cuenta con la aprobación de pediatras ni científicos a los que no se les ha pedido opinión y que consideran, unánimamente, que se trata de un calendario de mínimos.
Las consecuencias de este nuevo calendario comenzaremos a verlas dentro de dos o tres años cuando además, los niños no-vacunados comiencen a peder la protección “extra” que les aporta el resto de niños de su entorno. En resumen, estar protegido y vacunado frente a gravísimas enfermedades debería ser un derecho de todos los menores de edad y ni padres (sin conocimientos ni criterio médico-ciéntifico) ni el Ministerio de Sanidad deben pisotearlo.
Yo también soy pro-vacunas. Y me parece increíble que haya madres que tengan el valor de desafiar a algunas de estas enfermedades, a pesar de que algunas de ellas estén prácticamente erradicadas. Yo, desde luego, no me la juego.
Además, la vida después da muchas vueltas. Uno de mis hijos está diagnosticado desde hace un año y medio de una enferemedad autoinmune, y para tenerlo controlado ha de estar muy inmunodeprimido. Algunos de estos virus son un verdadero problema para este niño. Ha sido una suerte tener el calendario de vacunas al día.
Muy interesante el desayuno con el Dr. Martinón. Gracias por compartir tu experiencia!
Vaya, no sabía lo de tu hijo! Lo siento! Seguro que con las vacunas al dia te has quitado un buen peso de encima.
El doctor Martinón nos decía también que crecemos en un mundo sin fronteras en donde se viaja constantemente, y esto tbn es importante tenerlo en cuenta si se decide no vacunar.
Me encantaría que viniera a mi país, para concienciar sobre la importancia de vacunar.
Lo de la no vacunación es algo tan cruel, tan de poco sentido común…y lo peor es que pone en riesgo el trabajo de tantas décadas para erradicar enfermedades como polio. Cada vez que me encuentro con un post de gente “súper mega naturalista”, con esas tesis de conspiración farmacéutica con relación a las vacunas…me da de corajes.
Es que creo que ser natural no está reñido con vacunar. Puedes ser natural en la alimentación, en el vestir, en la forma de vida.. ¡pero no negar unas vacunas a tu hijo!. Yo también opino como tú
Como hija de pediatra, no me salto ni una vacuna. Vamos, que he leído eso de criar con apego sin vacunas en algún blog, y casi me da un patatús.
No entiendo como aún hay gente que opta por no vacunar a sus hijos, sabiendo que son importantes.
Besos bella.
Yo tampoco lo entiendo. Encima tu en tu caso tienes una buena fuente que te asesore. Es muy fuerte que en pleno siglo XXI haya quien decida no vacunar por gusto. No lo comprendo ni lo comparto