Llevamos casi ocho meses de lactancia y siempre he recalcado lo mucho que en este tiempo me han ayudado las madres de la blogosfera a las que he acudido en varios momentos de necesidad, dudas o problemas. Pero es curioso como fuera del entorno 2.0 las cosas no siempre han sido tan fáciles para mí, de hecho, creo que de haber carecido de esa tribu virtual todo podría haber sido muy diferente.
Para empezar, entre mi familia, amigas y conocidas más cercanas no hay historias de lactancia; bien porque éstas no llegaron a darse nunca (y desde el primer momento se optó por biberón), o bien porque fracasaron al poco tiempo de empezar.
Cuando las primeras semanas de lactancia me tocó batallar con mastitis, ingurgitaciones y obstrucciones, muchas de mis amigas me decían con cara de circunstancias: “Uy, yo poco puedo ayudarte porque ya sabes que no di el pecho, pero conozco el caso de una amiga que tuvo que dejarlo porque le pasó lo mismo que a ti” o “Por cosas como éstas decidí no dar el pecho yo”. ¡Todo un apoyo, sin duda!
Luego estuvo el tema visitas (que como ya se sabe, las primeras semanas son un no parar) que te aconsejan –obviamente sin tú pedir consejo previo- que dejes pasar tres horas entre toma y toma y que el bebé esté diez minutos en cada pecho y te sueltan perlitas del estilo:
“¡¿Pero otra vez vas a darle teta?!”
“¡Pero si acaba de comer hace un rato. La vas a empachar!”
“¡Qué descontrol de horarios tiene la criatura. Se pasa el día comiendo!
“’Se está quedando contigo. Te usa de chupete”
“Se te van a quedar las tetas secas”
“¡Pero tápate ya y deja a la niña en la cuna de una vez!”…
Y un largo etcétera. Suerte que la segunda maternidad se vive de otra forma y una ya ni oye lo que le dicen.
Solventados los problemas iniciales y a medida que la lactancia se fue consolidando, mi entorno cercano se fue acostumbrado al concepto “lactancia a demanda” y si bien ya no criticaban que la niña “estuviera en la teta a todas horas” comenzaron otro tipo de frases como: “A ver si tienes suerte y te aguanta la leche porque lo normal es que en torno a los dos meses se retire”. Si a eso unimos una enfermera muy poco amiga de la lactancia, el cóctel es explosivo. Varias veces he salido de la consulta con las recomendaciones de meter una ayudita para que la niña despuntara de peso, de sustituir la toma nocturna por un biberón o incluso de introducir alimentación complementaria antes de los seis meses de edad.
Una, que es conocedora en la materia, ha hecho siempre caso omiso de semejantes recomendaciones pero si en una de esas me hubiera pillado con el día tonto, es posible que la lactancia se hubiese ido al garete.
Y ahora, tras casi ocho meses de lactancia en donde estamos disfrutando más que nunca, ¿creéis que las críticas han cesado?. ¡Pues no!. Mis amigas y conocidas me miran con cara de bicho raro cuando me ven dar el pecho a Pulguita. Muchas no dicen nada pero otras se atreven a preguntar eso de: “¿Y hasta cuándo piensas dar el pecho?” A priori puede parecer una pregunta inocente que denota simple curiosidad pero el tono de la pregunta esconde mucho más. Cuando hay más confianza esta pregunta se torna en la frasecita graciosa: “¡Deja de darle teta y ofrécele comida de verdad!”. Curioso me parece que esta frase no se oiga cuando estás dando biberón en vez de teta (aunque bueno, realmente ninguna de las frases que he comentado las he escuchado nunca cuando di biberón a mi hijo).
Y luego está mi madre, que con toda la preocupación del mundo no deja de advertirme en plan tremendista y catastrofista: “Deja ya de darle el pecho que cuando le salgan los dientes te va a pegar cada mordisco que te vas a enterar”.
Así pues, ¿qué os parece? ¿Tenemos o no tenemos mérito de seguir con la lactancia materna?
¡¡Todo el mérito del mundo!! Porque muchas veces son estas opiniones no pedidas las que minan la moral, a parte de los posibles problemas que puedan surgir.
Qué te voy a decir yo que llevamos 30 meses… me miran con cara rara y me siguen diciendo que pare ya y tengo claro que pararemos cuando ella quiera, porque a mí no me supone ningún problema.
Ahora, vamos a ver cuando llegue La Inquilina nueva. Estoy preparada para escuchar de nuevo las mismas sandeces, pero si bien en el primer bebé opté por ignorar y seguir a lo mío, en este estoy decidida a dar unos cuantos cortes, porque creo que 30 meses de experiencia me avalan =)
¡Ánimo, que lo importante es que lo estéis disfrutando las dos!
Wau! 30 meses! Eres mi ídolo. Jajajaja, me meo con lo de “30 meses de experiencia me avalan”. Pues además que sí, oye! A ver quien es el guapo que se atreve a decirte algo 😉
Hombre, es que después de 30 meses tengo respuesta para todo, jajaja,. Y oye, que yo no pensé que pasaría de los 8… así que no te confíes, que lo mismo te plantas en los 30 sin pensar, jajaja.
Claro que tiene a mérito, tú y todas las que como tú y yo somos lo suficientemente valientes para seguir a nuestro instinto y huir de los consejos de terceros. Yo, después de 12 meses sigo adelante. Seguro que tú también lo consigues. Ánimo y Enhorabuena. Que sigais disfrutando tanto tu como tu niña.
¡Muchas felicidades por ese año y que vengan muchos más!
Claro que tienes mérito! Ya es bastante complicada la lactancia materna (aunque la hagan parecer sencilla), como para tener que aguantar estas tonterías de los demás.
Yo llevo 20 meses y la gente me mira como si fuera un marciano, es más, dan por sentado que debe ser “una costumbre española”. Pero en España me miran igual de raro y me sueltan las mismas estupideces. En fin.. lo importante es que hagamos lo que nos parece mejor para nuestros hijos.
¡¡20 meses!! ¡ Qué genial!! Ojalá llegue a tanto por el bien de mi niña y porque confieso que me tiene enganchadísima, jejejeje
Aquí una que lleva 25 meses y lo que nos queda!
Y la de comentarios que nos quedan también por oír!
Pero mira, una empieza, se empeña en conseguirlo, conoce a gente de lactancia prolongada y piensa que ni de broma va a estar dos años con la teta al aire, pero va pasando el tiempo y aquí seguimos.
No sé cuándo se va a acabar, intento no darle en la calle, que me siento un poco incómoda ya y con esta edad se puede negociar con ella.
Mientras ella quiera y yo me deje a los demás oídos sordos.
Pues esa misma sensación tenía yo al iniciar la lactancia de mi hija. Me pesaba la losa de la lactancia fracasada del mayor y los baches iniciales no lo pusieron nada fácil. Pero poco a poco he ido haciendo camino, sin metas, procurando no agobiarme y pidiendo siempre ayuda cuando lo he necesitado. Y poquito a poquito vamos sumando meses.
Me alegra que estés viviendo tu lactancia tan feliz. ¡Enhorabuena!
Mi hijo cumple este viernes 33 meses, y todavía no se ha desenganchado, o como le dije a una señora el otro día “es que no he tenido valor para quitársela, total para qué?”. Así que llevo más de dos años oyendo eso de ¿y cuándo le vas a quitar? Es que no le voy a quitar, les contesto, y si les ves qué cara se les queda… Por suerte (en estos tiempos) o por desgracia (por la terrible conciliación) trabajo fuera de casa y desde hace un año no puedo verle ni siquiera media hora al mediodía, como sí hacía hasta entonces, porque ahora ya ha empezado el cole y el resto del tiempo le cuidan mis padres, hasta que yo llego sobre las seis menos cuarto y ahí es cuando me mira y me dice “ama, teta”. Y últimamente cuando va llegando la hora le dice a su abuela “tengo hambre de teta yo”. Este verano, de todos modos, y para evitar que tenga que oír cosas que prefiero que no escuche, ya hemos pactado que en la calle no (y le digo que porque hay más nenes y van a querer también…) Pero por la noche un chupito y sobre todo a la madrugada o en medio de la siesta, cuando parece que se va a despejar y la teta le vuelve a adormilar… ¡bendita teta!
Es terrible lo que cuentas Laura… Lamento que puedas ver a tu peque tan poquito tiempo al día pero seguro que ese ratito lo disfrutáis los dos un montón.
Un besote y ánimo!
Al margen del tema méritos, por que ya sabes un poco lo que pienso, te diré que yo dando el biberón desde hace unos 3-4 meses sí he tenido que escuchar eso de darle comida y dejar el biberón. Porque es habitual dejar de dar tomas de biberón a favor de la comida entera y yo hago al revés, ofrezco primero biberón y luego la comida, igual que hacen las madres lactantes ofreciendo primero pecho y luego la alimentación complementaria. Asi que ya ves….
Yo eso que comentas no lo viví con mi hijo ni tampoco lo he visto en hijos de amigas criados a biberón. Siempre he tenido la sensación de que al biberón se le considera “comida de verdad” mientras que con teta todo el mundo alrededor (incluidos los pediatras y enfermeras) se empeñan en que suplementes, metas cereales cuanto antes o inicies alimentación complementaria dando pecho “de postre”.
Mira, yo llevo desde los 6 meses ofreciéndole comida “de verdad” además de la teta, y ahora que tiene 10, no sólo parece que siga haciendo tantas tomas como antes de empezar con la alimentación complementaria, sino que además se come también todo lo que se le pone por delante. La teta ya no es sólo alimento (aunque hasta que cumpla el año será su comida principal) sino un consuelo y una cercanía que muchas veces necesita para relajarse y sobre todo para dormir. Si a ti no te molesta seguir dando el pecho ¿qué más hay que opinar sobre este asunto?
Nosotros estamos ahora en una crisis pasajera. Parece que está mostrando mucho interés por la comida “de verdad” y las tomas de pecho se están viendo un poco reducidas… Veremos lo que dura esta fase.
yo llevo 10 meses y por suerte no he tenido que oir según que en mi entorno, pero por aquí todas somos de teta, familiares y amigas…
Y si alguna vez me han preguntado cuanto tiempo más voy a darle le digo que de mi teta pasará a la de la novia jejeje
Por ahora somos felices los 2, está sanote jamás se me ha puesto enfermo, come papillas estupendamente.
Ya no le doy pecho por la calle por que me resulta muy aparatoso, se distrae hay leche por todo, pero en casa todo lo que quiera.
Y no creo que este años dándole, yo creo que en cuanto no coma de noche se la empezaré a quitar pero vamos sin ninguna prisa, a quien no le gusten mis tetas caídas que no miren jejeje
besos
AJS
Es que un entorno familiar y de amistades pro-lactancia materna ayuda mucho a sentirse cómoda y encontrar ayuda en los momentos más difíciles y de dudas.
¡¡Enhorabuena!!
Enhorabuena a todas!! Yo llevo 9 meses dando el pecho a mi niña y me gustaría alargar el máximo posible. .. he tenido muchos consejos diciendo que deje de dar el pecho y me he sentido bastante fustrada por el poco respeto hacia mi cuidado con mi hija, porque es mia y no de ellos y porque la leche materna es lo mejor que hay, siempre me he limitado ha ignorar pero por lo visto siguen insistiendo con los consejitos y he decidido contestar y decirles que se metan en su vida que mi vida es mia!! La verdad que la sociedad de hoy en dia deja mucho que desear! Deberían de haber sólo felicitaciones por nuestro empeño y no reproches… ánimo a todas las mujeres que quieran dar pecho que no os bajen la autoestima y que defendais lo que la naturaleza nos ha dado!!