A mis hijos pequeños les encanta disfrazarse, como a casi todos los niños. Y a mí me encanta que les guste, porque disfrazarse les ayuda a desarrollar su imaginación, creatividad y juego simbólico, además de fomentar su independencia a la hora de vestirse y desvestirse. Por eso hoy quiero compartiros cómo organizar un rincón de disfraces para los niños.
Mi Pulguita adora disfrazarse de princesa y el Pequeño, de momento, no lo tiene muy claro y tan pronto combina el vestido de Elsa con la careta de Darth Vader, como la capa de Caperucita Roja con la barba de Papá Noel. Sea como sea, lo cierto es que los disfraces en casa han ido creciendo con el paso de los años y ya contamos por decenas, la cantidad de trajes, caretas y complementos que tenemos.
Al principio tenía los disfraces guardados dentro de un baúl, pero conforme el número de prendas y complementos ha ido aumentado decidí crear en el cuarto de juegos un rincón específico para los disfraces, con todo dispuesto de forma más ordenada y visual, para que les fuera más fácil localizarlo en un primer golpe de vista.
¿Qué debe tener un rincón de disfraces?
Desde mi experiencia, os cuento cómo he decorado este rincón de los disfraces y qué es lo que creo que no debe faltar:
Perchero a su alcance
Lo primero que hice fue comprar un perchero burro de aluminio, para colgar las prendas. Es importante usar perchas pequeñas, acordes a la ropa que vayamos a poner, para que a los niños les sea fácil manejarlas, fomenando así su autonomía.
Para poder acceder con facilidad les he colocado un escalón (como los que se usan en los baños) para que puedan subirse y coger de la percha el disfraz que deseen.
Caja para complementos
Las caretas, pelucas y otros complementos los guardo en cajitas independientes (gorros por un lado, pelucas por otro, complementos por otro…).
Comodidad y calidez
También he colocado una alfombra de bambú en esa zona para dar más calidez y evitar que cojan frío en los pies cuando se descalzan para disfrazarse. No me gustan las alfombras de pelo, por lo difíciles que resultan de limpiar y los ácaros que pueden llegar a acumular. Las alfombras de madera o bambú son geniales en ese aspecto porque podemos limpiarlas muy fácilmente con un limpiador para madera y una bayeta húmeda. Lo malo es que no duran tanto como las alfombras tradicionales, pero el precio que tienen permite renovarlas con asiduidad si es necesario. La nuestra tiene ya cinco años y está algo desgastada, sobre todo por los bordes, por lo que toca cambiarla en breve.
Espejo
Otro objeto que considero imprescindible es un espejo, que también compré en Ikea y que a mis peques les encanta. Tiene forma de cocodrilo, es de plático y tela y no pesa nada, de manera que aunque se caiga (mis hijos lo han tirado cientos de veces al suelo) no se rompe ni les hace daño. Es fundamental colocarlo a su altura para que puedan verse bien, de pies a cabeza.
Aspectos a tener en cuenta antes de crear tu rincón de disfraces
Cuando publiqué la foto en Instagram, muchos me preguntasteis si mis hijos podían por sí solos descolgar la ropa y volverla a colgar cuando terminaban de jugar. Lógicamente, mi Pequeño no lo hace solo aunque lo intenta. A veces tira del disfraz y éste se desliza sin problemas de la percha, y otras veces necesita ayuda para descolgarlo.
La niña en cambio, al ser más mayor, coge ella sola el disfraz que quiere y en ocasiones incluso lo vuelve a colgar en la percha. Estamos trabajando este último punto para mejorarlo.
Es cierto que cuando los disfraces estaban guardados en un baúl resultaba mucho más cómodo para ellos cogerlo, aunque eso implicaba en la mayoría de las ocasiones vaciar toda la caja hasta dar con la prenda que querían o incluso buscar y rebuscar en el suelo entre montones de disfraces revueltos que acababan pisoteados, arrugados y estropeados al pegarse los velcros de unas prendas al tejido de las otras.
De esta forma, todas las prendas están expuestas de forma limpia y ordenada y resulta muy sencillo a nivel visual localizarlas fácilmente. Al final, el cambio nos ha supuesto ganar tiempo, orden, limpieza y, sobre todo, fomentar su autonomía.
Espero que mis consejos os hayan venido bien y os den ideas para organizar vuestro propio rincón de disfraces.
Yo le dividí una parte de su armario a mi bichilla, dejando una barra a su altura con casi un metro de largo para colgar, pero los va quitando de las perchas y luego los deja hechos una bola en el suelo. Están ordenados un día, porque yo me esmero, y desordenados un mes.