Parece que hay unanimidad a la hora de admitir que una de las cosas que más echamos en falta cuando nos convertimos en padres es el TIEMPO. Dedicarle todo el tiempo del mundo a nuestros hijos va en detrimento de otros quehaceres como tareas domésticas, cocina efectiva o incluso tiempo para nosotros mismos.
Siempre me han interesado mucho los temas de productividad y organización del tiempo. El día tiene 24 horas y no podemos estirarlas más, por tanto: ¿qué podemos hacer para que el día nos cunda? La respuesta es sencilla: organizarse y priorizar.
Soy profesional autónoma, trabajo desde casa y al mismo tiempo debo ocuparme de mis tres hijos. Prácticamente todo lo concerniente a las labores domésticas y los peques recae sobre mí. Así que: ¿cómo abarcar todo sin volverme loca?
En mi blog he hablado en alguna ocasión de ello pero hoy quería tratar con más detalle uno de los puntos clave para arañar horas al día: ¿Cómo hacer una cocina efectiva y saludable?
Sólo cocino una vez al mes
Cuando comento con amigas que en una casa con cinco miembros no cocinamos entre semana, todas me miran estupefactas y me preguntan: ¿entonces no coméis?. Pues sí, comemos, y además creo que comemos bastante bien porque la nutrición es un tema que no sólo me preocupa sino que me gusta mucho.
Pero nosotros sólo cocinamos una vez al mes (los sábados o domingos), conservando y almacenando todo lo cocinado para consumirlo a lo largo de esas próximas semanas.
Esta forma de organizarse se traduce en:
- Disponer al día de más tiempo para dedicarlo a otras cosas: Echad un cálculo de lo que os lleva preparar la comida y la cena todos los días: ¿2 horas? ¿3 horas? ¿Alguna más?. Pensad en lo que puede suponer ese ahorro de tiempo al día… Más parque. Más juegos. Más horas de trabajo. Más tiempo para ti… En resumen, más horas al día para disponerlas como más te guste.
- Despreocuparse completamente de la comida: ¡Cuántas veces habremos abierto la despensa y preguntado con desgana, aquello de: “¿qué comemos hoy?” Esa desgana e improvisación suele traducirse en menús rápidos, cómodos y en muchas ocasiones poco saludables.
- No desperdiciar comida: plantear un menú semanal, elaborarlo y racionalizar la comida en tuppers, permite ajustar la comida que vamos a consumir sin desperdiciar nada.
- Mayor limpieza en la cocina y mayor ahorro energético: cocinar una única vez por semana implica que sólo un día vamos a tener que limpiar una cocina sucia. El resto de la semana la cocina estará impoluta, no necesitaremos manchar la vitrocerámica, la batería o cualquier otro utensilio. ¡No me digáis si eso no es efectivo! Por no hablar del gasto energético que supone tener que encender una vitrocerámica para cocinar dos veces al día durante todos los días de la semana…
En nuestro caso, cocinar para una familia de cuatro-cinco miembros todas las comidas y cenas de un mes, nos implica una inversión única aproximada de cuatro horas de tiempo por lo que madrugando un sábado o un domingo tenemos prácticamente todo el mes apañado alrededor de las 12.00 del mediodía.
¿Cómo organizarse antes de cocinar?
En primer lugar debemos elaborar un menú semanal. Personalmente, me gusta invertir tiempo en este punto porque trato de elaborar un menú sano y equilibrado, además de consensuado con los peques de la casa.
Una vez hecho el menú tenemos que hacer la lista de la compra de lo que necesitamos para elaborar ese menú. En casa compramos la carne y el pescado una vez al mes y lo congelamos así que solo compraremos semanalmente la verdura y algún otro ingrediente que vayamos a necesitar.
Es importante tener una gran cantidad de tuppers para almacenar la comida. Recomiendo tuppers de cristal (son más higiénicos y duraderos) y de varios tamaños: ¡aquí está la clave para una buena conservación y aprovechar bien el espacio del congelador.
Y ya por último, no concibo cocinar de forma rápida y efectiva sin contar con ciertos utensilios como: olla súper-rápida, olla rápida (o express), un robot de cocina para batir y licuar y un buen microondas para cocinar. Personalmente, no he utilizado nunca la Thermomix o similar por lo que no puedo recomendarlo.
Cocina efectiva sí, ¿pero cómo?
Mi principal consejo es que os hagáis con una olla super-rápida de gran capacidad. Cualquier receta estará lista en un tiempo comprendido entre 2 – 15 minutos de cocción.
Por tanto, en una hora podremos tener listas entre 3-4 recetas bastante completas (¡y muy sencillas!) a base de verdura, legumbres, arroz, carne o pescado. Si además, utilizais la olla a plena capacidad, estas 3-4 recetas podrán serviros no sólo para una semana sino para dos o incluso tres.
La olla express es también un electrodoméstico interesante, pero si se puede complementar con la otra muchísimo mejor ya que la olla express, al alcanzar menor presión y temperatura, hace que la cocción de los alimentos sea más lenta.
Si trabajamos con ambas ollas a pleno rendimiento y sumamos las oportunidades que nos brinda el microondas y el horno, el resultado es muy efectivo. En una hora habremos conseguido un buen número de platos saludables ensuciando muy poco.
Una vez cocinado, ¿cómo almacenar la comida?
Realmente esto daría para otro post que publicaré más adelante con las mejores técnicas de envasado y conservación, pero de entrada os diré que el primer punto clave para una correcta conservación de los alimentos es el recipiente donde se guarden.
Las bacterias proliferan con el aire por tanto cuanto menos aire quede en el recipiente donde guardamos la comida mejor se conservarán. Como he comentado más arriba, recomiendo invertir en unos buenos tuppers de cristal con cierre hermético. Tenemos que llenar el recipiente lo máximo posible para evitar que quede aire entre la superficie del alimento guardado y la tapa del tupper y cerrar el recipiente inmediatamente lo hayamos llenado, para evitar la entrada de bacterias o contaminación alimentaria.
La comida no debe guardarse en la nevera inmediatamente se cocina, pero tampoco podemos dejarla a temperatura ambiente durante horas porque puede convertirse en un nido de bacterias. Yo lo que hago es enfriar el recipiente bajo un chorro de agua fría y cuando cuando ya no está caliente, lo meto en la nevera en el sitio adecuado ya que cada balda del frigorífico sirve para refrigerar correctamente un determinado alimento.
Mi consejo es que guardéis en el tupper la comida exacta que vais a tomar. Si por ejemplo habéis hecho una olla entera de lentejas que daría para 12 raciones (aconsejo que ya que usais la olla, la useis siempre a máxima capacidad) pero sólo sois 4 y quereis comer lentejas sólo 1 vez a la semana, no guardéis las 12 raciones en el mismo tupper sino dividirlo en raciones de 4 y guardar en frigorifíco sólo lo que vayáis a tomar esa semana. El resto de tuppers, congeladlos.
Un plato bien cocinado y correctamente envasado puede durar en nevera hasta cinco días. Lo que vayamos a consumir más adelante lo congelaremos.
¿Cualquier alimento se puede congelar?
No. No todos los alimentos pueden congelarse:
- Algunos deben ser consumidos frescos y no congelar nunca las sobras
- Otros alimentos como la pasta, el arroz o la patata, sufren mucho en el proceso de descongelación y tanto su sabor como su textura pueden verse alterados. Obviamente dependerá del paladar de cada uno pero yo, al menos, no lo recomiendo. Es preferible congelar una salsa boloñesa y cocer una pasta en el acto para hacerla con esa salsa, que congelar el guiso completo.
- Por otro lado, hay alimentos crudos como las verduras o las frutas que tampoco conviene congelarlas ya que sus propiedades (y sabor) se verán muy alterados en la descongelación.
Además, hay que tener en cuenta que para una congelación segura lo mejor es hacerlo a la mayor temperatura que nos permita nuestro electrodoméstico, siendo lo más idóneo entre -25 y -30 grados.
¿Y si no tengo espacio en mi frigorífico o/y congelador?
En casa tenemos un frigorífico combi con su correspondiente congelador, y además un congelador vertical, que nos permiten guardar gran cantidad de comida. En una familia con cinco miembros en donde cada vez se come más (los peques van creciendo y sus estómagos también) se hace imprescindible –al menos para mí- tener esto bien cubierto. Por tanto, no tengo problemas de espacio a la hora del almacenaje.
Pero cuando me encuentro con gente que me dice que no tiene suficiente espacio en la nevera para seguir este método, yo siempre propongo las siguientes alternativas:
- Congelar menos productos crudos para dejar el mayor espacio posible para congelar los platos ya cocinados. En mi caso, por ejemplo, esto se traduciría en no hacer la compra de carne y pescado mensualmente sino hacerla de forma semanal. Puede que sea más latoso tener que estar pendiente de una compra semanal si tienes la costumbre de hacerla mensual, pero es cuestión de adaptarse si eso nos va a hacer ganar espacio para poder aplicar este método de cocina. Sin duda lo recomiendo.
- Revisa si todo lo que guardas en la nevera debe guardarse ahí. A veces guardamos en frigorífico alimentos, envases o bricks que no sólo no son necesarios refrigerarlos sino que además nos ocupan espacio.
- Si almacenamos la comida cocinada en tuppers de diferentes tamaños acordes al contenido que guardan no sólo estaremos conservando mejor el alimento (por el tema del aire y las bacterias que he comentado más arriba) sino que podremos “jugar al tetris” en la nevera, encajando bien los tuppers en sus baldas correspondientes para ganar el mayor espacio posible. Además, también recomiendo las bolsas de congelación de alimentos, que ayudan a ganar una gran cantidad de espacio.
¡Hora de comer!
Si hemos seguido todos estos pasos, cinco minutos antes de cada comida, lo único que deberemos hacer es calentar el contenido del tupper en el microondas y servir.
Sin ensuciar la cocina, de forma rápida y sin haber tenido que estar preparando la comida horas antes. ¡Todo son ventajas!
Si el alimento que vamos a tomar está congelado, hay que descongelarlo previamente en el frigorífico con uno o dos días de antelación (o incluso algún día más si el tupper es grande y hay mucha cantidad de comida). Pero si por el motivo que fuera se nos ha olvidado descongelarlo de esta forma, podremos hacerlo en el microondas, aunque no es la opción más recomendable.
Ocasionalmente, en casa también tomamos alimentos que preparamos prácticamente en el acto porque apenas llevan tiempo. Son aquellos que cocinamos en microondas como huevos, pescados y verduras- o los que hacemos a la plancha.
Poco a poco voy aprendiendo más técnicas de cocina rápida y eficaz, así como métodos de conservación de alimentos. Os recomiendo la lectura de los ebooks de Cristina Galiano. Con sus consejos y vuestros particulares trucos, seguro que conseguiréis la fórmula perfecta para cocinar de forma saludable y de manera muy productiva.
Me apunto algunos consejos. Lo de los tuppers de cristal me ha gustado mucho, no genio ninguno y todo lo que sea evitar plásticos es un plus así que me voy a hacer con unos cuantos.
Bs
Me había quedado pendiente este post tuyo, con esto de mi desconexión… Ay, te voy a contratar como mentora, jajaja. Creo que, aunque trate de ponerme ya las pilas, el mes de baja que estaré antes de que nazca el tercero voy a aprovecharlo para coger el hábito.
Muy interesante, como siempre.
¡Besos!
Muchas gracias! Me alegra que te haya gustado, jejeje
Pues sí; te diré que al final es una cuestión de hábito. Acabas incorporándolo tanto a tus rutinas que directamente te “sale solo” hacerlo y además, cada vez se tarda menos tiempo.
Ya me dirás si te animas!