Antes de comenzar con la alimentación complementaria de Pulguita leí mucho acerca de la metodología Baby Led Weaning – BLW (os recomiendo este post de Eloísa donde lo explica fenomenal) y confieso que me atraía mucho. Me parece una forma tremendamente respetuosa para el bebé de introducir los alimentos, al tiempo que divertida y cargada de beneficios y aprendizaje. Pero en nuestro caso particular, decidimos comenzar con BLW mixto.
Por qué un BLW mixto
Los motivos que me llevaron a adaptar este método fueron dos, principalmente:
Bajo percentil de peso y altura
Mi niña siempre ha ido muy justa de peso. Mantener la lactancia materna exclusiva durante seis meses ha sido una verdadera odisea y me tomaba cada revisión con el pediatra como un examen, en donde siempre salía a relucir la clásica frase: “Quizá deberías plantearte darle una ayudita”.… Aun con todo y con esas mi hija ha crecido con teta exclusiva sus seis primeros meses de vida, pero cuando por fin comenzamos con la alimentación complementaria he de confesar que respiré aliviada y sentí que me quitaba mucha presión de encima.
Sin embargo, la idea de aplicar un BLW puro con un bebé con un peso bastante bajo, no me terminaba de dejar tranquila, pero al mismo tiempo, me sentía tremendamente cautivada por este modelo de crianza y alimentación.
Miedo al atragantamiento
Por otro lado, he de confesar que tengo auténtico pavor al atragantamiento. Sé que es normal que los bebés se atraganten al comer sin que ello conlleve ningún problema mayor, pero la sola idea me ponía los pelos de punta. Para aplicar BLW se debe estar convencido y tranquilo, y si esto falla mi consejo es que no se siga el método.
En cualquier caso, ya seas una persona tranquila o no, si vas a poner en práctica BLW con tu bebé es fundamental que sepas primeros auxilios, y puedas reaccionar correctamente ante un episodio de atragantamiento.
Así ponemos en práctica el BLW mixto
Doy triturados sin forzar
Doy purés a mi hija pero soy tremendamente respetuosa con esta forma de alimentación. Es decir, nunca la obligo a tomar aquello que rechaza y, por supuesto, jamás le fuerzo a acabar el plato. Hay quien “engaña” a los niños para que se terminen todo, les engatusan cantando o haciendo el pino puente si es necesario, pero esto no va conmigo.
Cuando mi hija dice que no quiere más, no quiere más. Haya tomado una o veinte cucharadas previas.
Las papillas de cereales no tienen cabida
No doy a mi hija cereales en polvo, porque a parte de parecerme un gasto innecesario,es un alimento procesado con unos niveles de azúcar que no son aconsejables para un bebé. ¿Cómo introduzco entonces los cereales en su dieta? A través de arroz, pasta, pan o repostería casera sin azúcar.
Alimentos semi triturados
No trituro en exceso los alimentos y en ocasiones simplemente aplasto con el tenedor la comida o le doy un pase rápido con la batidora. De esta forma obtengo una textura muy particular y ella se acostumbra a “masticar” los trozos que encuentra en el puré.
Sabores muy definidos
Procuro que los purés tengan los sabores bien definidos. Es decir, cuando le hago papilla de frutas no suelo hacérsela multifrutas, sino que se la hago de una fruta exclusivamente. Lo mismo ocurre con las verduras.
Si al final mezclamos todo, el sabor no estará nada definido –a parte de saberle siempre igual- por lo que no sabrá identificar el sabor de una zanahoria, una manzana o una judía verde.
También le doy trozos
Independientemente de las papillas y purés sigo ofreciendo a mi hija alimentos sólidos que ella gestiona bien y a mí me aportan tranquilidad, como verdura al vapor, ciertas legumbres, arroz, pasta, jamón cocido, queso, galletas, pan, ciertas frutas…. Cuando ella ya ha comido su puré me gusta sentarla en la mesa con el resto de la familia y participar de la comida con nosotros con un puñadito de estos alimentos que he comentado .
Ella es una más en la mesa familiar
Mi hija se sienta en la mesa con nosotros cuatro veces al día, coma o no coma. El desayuno, la comida, la merienda y la cena siempre la hace con el resto de la familia. Primero la teta, luego su puré y después se sienta a compartir mesa con nosotros y a comer los alimentos que he comentado más arriba. Poco a poco le vamos introduciendo otros alimentos pero, de entrada, lo que me interesa es que se sienta parte de la familia y una más en la mesa.
Ella tiene sus cubiertos de plástico propios y también su vasito con agua. Viéndonos usarlos es como aprenderá.
Lactancia materna como base de su alimentación
Ni qué decir tiene que la base de su alimentación sigue siendo la lactancia materna. Hace una media de 8-9 tomas al día siendo la de primera hora de la mañana y la de media tarde las más largas.
De momento el BLW mixto nos está funcionando a las mil maravillas. Pulguita está creciendo feliz, descubriendo cada día nuevos sabores y texturas y aprendiendo a comer en familia. ¿Y vosotros? ¿Cómo estáis introduciendo o habéis introducido la alimentación complementaria en vuestros bebés?
Fotos: Pixabay
1 comentario en «BLW mixto, o cómo compaginar papillas y trozos»
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