¿Qué supone ser madre joven?

ser madre joven
Photo by Katie E on Pexels.com

El otro día hablaba con mi hermana sobre las ventajas e inconvenientes de ser madre joven. Ella es de las que opina que la maternidad te roba tiempo, planes, viajes… y que cuanto más se postergue, más posibilidades hay de disfrutar de la vida en plena juventud. Por ello, a sus 30 años, no se plantea ni de lejos ser madre y quiere seguir explotando al máximo la etapa que está viviendo.

Aunque se trata de una postura muy respetable y comprensible, personalmente es un planteamiento que yo no comparto. De hecho, a mis treinta y pocos estoy a punto de tener tres hijos, ¡y ojalá viniera todavía alguno más!

Hoy me gustaría reflexionar sobre lo que implica ser mamá joven, sus ventajas, inconvenientes y mi experiencia al respecto.

Padres en la veintena

madre joven

Cuando me quedé embarazada de mi Mayor aún estaba en la veintena. Hacía poco tiempo que había terminado mi carrera y que me había casado, pero mi vida seguía siendo la de una joven de veintitantos años. Salía de fiesta con mis amigas, me iba de copas con la pandilla, de cena con otras parejas, viajábamos…

Cuando compartíamos con nuestro entorno de amigos nuestros deseos de ser padres, la inmensa mayoría se llevaban las manos a la cabeza y nos decían que estábamos locos, que éramos muy jóvenes y que esperáramos y siguiéramos disfrutando de los mejores años antes de “hipotecar” para siempre nuestra vida. 

No voy a negar que aquellos años fueron realmente maravillosos. Mi marido y yo disfrutábamos muchísimo con nuestra vida ‘libre y sin ataduras’, pero teníamos claro que queríamos ser padres jóvenes. Lamentablemente, el destino no nos lo puso fácil, y como muchos sabréis nuestro primer hijo tardó bastante tiempo en llegar. A pesar de todo, llegó siendo todavía unos veinteañeros.

Los inconvenientes de ser madre joven

Es cierto que convertirse en padres siendo jóvenes tiene algunos inconvenientes, al menos desde mi experiencia vivida.

  • Por un lado te hace desvincularte de forma radical de tu grupo de amigos, puesto que no suele haber nadie que te acompañe en la aventura. Es más, la mayoría, incluso, no están casados, y si están emparejados no tienen ningún plan de futuro a corto o medio plazo.

Esto hace que la mayoría de tus amigos no entienda que tu vida ha cambiado, que tus horarios y rutinas ya no son los de antes, y que muchos de los planes que hacías antes de ser madre/padre ya no tienen cabida. Tu escala de prioridades en la vida cambia de forma radical, y quienes no se encuentran en la misma situación no suelen comprenderlo.

  • Por otro lado, es normal sentir en ciertos momentos algo de morriña por tu “antigua vida”; esa que tenías antes de convertirte en madre.

Añoras volver a tener tiempo en exclusiva para ti; las interminables cenas con amigos cargadas de anécdotas y risas; los caprichos que te dabas porque no tenías nada ni nadie más en quien pensar; ese modo de “vegetar” en el sofá frente a la televisión, sin ninguna preocupación salvo el hecho de decidir de qué te ibas a pedir la pizza… Por eso, cuando te das cuenta de que no podrás volver a hacer nada de eso hasta dentro de varios años, es normal sentir cierta nostalgia.

Pero volvería a repetir la experiencia (¡antes incluso, si cabe!)

ser madre joven

En esto que estás ensimismada en tus pensamientos, cuando llegan tus niños y se te lanzan al cuello; te colman de besos y sonrisas desdentadas, te hablan a gritos de lo emocionante que ha sido la excursión que han hecho en el cole o te sueltan un nuevo balbuceo que te hace morir de amor en el acto.

Entonces te das cuenta de que todos esos pequeños-grandes momentos valen millones y que no los cambiaríais jamás por nada, aunque te toque pasarte los próximos veranos peleándote por un trozo de sombra a la orilla del mar mientras haces castillos de arena sin descanso, o aunque escuches a tus amigos hablar de la última película del cine de acción y tú no sepas hablar más que de Bob Esponja.

¿Perderme los mejores años de mi juventud? ¡De eso nada! Ahora, en plena juventud, es cuando estoy viviendo los mejores años de mi vida. Los más completos, los más hermosos, los que más anécdotas me están dejando y los que más emoción me están haciendo sentir. Estoy al 100% de mis fuerzas, mi aguante y mi energía, y creo además que me sentiré mentalmente más cerca de ellos cuando lleguen a la adolescencia.

Los viajes, las cenas, las vacaciones en pareja y las salidas con amigos seguirán estando ahí dentro de unos años. Y lo mejor, ¡seguiré siendo joven para disfrutar de ello!

Por tanto, desde mi experiencia, ser madre joven no es ningún lastre ni te hace perder los mejores años de la vida, sino todo lo contrario. Con mi reflexión no pretendo convencer a nadie, pues cada quien hace lo que considera en cada momento. Pero si naciera de nuevo, sin duda volvería a repetir maternidad a la misma edad, ¡o incluso antes!.

Y tú, ¿también has sido madre joven? ¿Qué inconvenientes y ventajas destacarías?

7 comentarios en «¿Qué supone ser madre joven?»

  1. Me ha gustado mucho tu post, yo también pienso que ser madre joven tiene muchas ventajas. Yo ahora tengo 30 (mi marido 33) y estamos esperando a nuestro primer hijo.

    Aunque me hubiera gustado haberlo tenido antes, reconozco que ahora en nuestro entorno hay más niños y eso me tranquiliza para como tu dices no tener que desvincularnos tan radicalmente del grupo de amistades.

    En cualquier caso, es una aventura, y que siempre se disfrutará, sea la etapa que sea. Enhorabuena por tu familia.

    Un beso.

    Responder
  2. Estoy complétamente de acuerdo. pero creo que cada uno tiene su edad. Porque es verdad que cuando tienes hijos más tarde, eso es lo que quieres hacer, como que no tienes cosas pendientes. Creo que es algo personal, yo conozco a padres de amigas que conectan muchísimo con ellas y eran mayores, padres jóvenes que no son nada empáticos… hay de todo.

    Yo últimamente he tenido momentos de ¿por quéeeee? Porque me siento bastante sola en esto de la maternidad con eso de que mis amigas están a otra cosa y el papi curra en otra ciudad muchas horas, de que mi intento de volver a la vida laboral y compaginar con niñas es una auténtica locura.

    No sé si es mejor o peor. Yo es lo que tengo y me veo con 34 y una niña con 10 años y otra de 8 y me gusta la idea, entre otras cosas porque nos volveremos a casar y esta vez será fiesta con amigos y viaje de novios y todo, jajaja. En fin, cada uno tiene una experiencia de vida, por eso es difícil pensar en si es mejor o peor.

    Responder
    • Tengo que añadir que mi mayor es una niña de las que se dicen “alta demanda” emocional… y mi maternidad empezó para nada como yo la imaginaba 🙂 tengo dos guerreras que ponen a prueba mi corazón con sustos, mi paciencia con mil trastadas y peleas, mi empatía con conflictos internos que jamás se me pasaron por la cabeza… así que es tasan difícil decir que es mejor o peor. Sin duda en mi caso es mejor que haya sido antes, porque yo no me imagino con 38 pasándome seis meses sin dormir más de 20 minutos seguidos, la verdad, jajaja.

      Responder
  3. Pues nada, otra madre joven al caldero. Con 26 años fui madre, aunque el primer positivo lo vi a los 25 recién cumplidos. Estando aún en la Universidad y no aparentando la edad puedes imaginarte el shock que provocas al caminar por los pasillos. Lasn preguntas sobre si era deseado o no, que tus amigas te digan que estás loca y demás.
    Para mi fue el momento, con fuerza e ilusión me metí en la maternidad y así sigo. Estoy encantada de haber sido madre joven y no siento que me haya perdido nada!

    Responder

Deja un comentario

Responsable » Silvia Díaz.
Finalidad » Gestionar los comentarios.
Legitimación » Tu consentimiento.
Destinatarios » Los datos que me facilitas estarán ubicados en los servidores de SiteGround Spain S.L (proveedor de hosting de Ser tri-madre: ¡toda una aventura!) dentro de la UE. Ver política de privacidad de SiteGround Spain S.L (https://www.Siteground.es).
Derechos » Podrás ejercer tus derechos, entre otros, a acceder, rectificar, limitar y suprimir tus datos.