Comienzan las vacaciones de verano y son muchas familias las que optan por destinos costeros para disfrutar con los peques. Personalmente, la playa no es mi destino ideal para pasar unas vacaciones pero desde que soy madre no me queda otra, pues mis hijos disfrutan muchísimo de la arena y las olas.
El primer año de playa con mi Mayor pecamos de novatos y cuando ya nos habíamos hecho a la rutina playera, tocó volver a Madrid. Los veranos posteriores no terminábamos de dar con la tecla para simplificar al máximo nuestras visitas a la playa y acabábamos saliendo de casa como mulas de carga, con carritos, nevera, bolsos, bolsa de juguetes, colchonetas… Tras seis años de veranos en la playa con niños, estos son mis consejos para disfrutar al máximo de este entorno privilegiado sin morir en el intento:
- A la playa mejor por la tarde: Por la mañana las playas suelen estar atestadas de gente, el sol pica mucho y la arena quema los pies. Por las tardes la playa se convierte en un auténtico paraíso en el que disfrutar con más calma, menos gente y sin el excesivo -y peligroso- sol de la mañana.
- Niños siempre identificados: En cuanto llega el verano lo primero que hago es comprar pulseras identificativas para mis hijos en donde anoto claramente nuestros teléfonos. Gracias a Dios nunca hemos tenido el susto de perderlos de vista pero si eso ocurriera me quedo más tranquila sabiendo que van correctamente identificados.
Hace un par de veranos vi a unos niños que llevaban sujetos a sus muñecas unos globos rojos y me pareció una idea excepcional para localizarles en un primer golpe de vista aunque quizá para ellos no debía ser algo cómodo…
- Las piscinas hinchables, ¡la salvación!: Tanto si vais a la playa con bebés como si lo hacéis con niños más
mayores, os recomiendo llevar siempre una piscinita hinchable. Son pequeñitas, no pesan ni ocupan espacio y las podéis inflar fácilmente. Para los bebés son una auténtica gozada porque pueden chapotear en el agua tranquilamente, sin peligro, bajo la sombrilla y a vuestro lado, pero es que para los mayores también es un foco de diversión ya que les permite jugar y experimentar con la arena y el agua sin necesidad de tener que irse a la orilla, a pleno sol y probablemente alejados de vuestro “campamento base” 😉
- La crema solar siempre en casa: Os recomiendo aplicar la crema solar antes de salir de casa por dos motivos.
- El principal es porque comienza a proteger la piel correctamente 15-20 minutos después de su aplicación, cuando esta se ha absorbido totalmente, por lo que si la aplicamos cuando lleguemos a la playa y con el sol pegando fuerte, durante un ratito la piel de nuestros hijos no estarán correctamente protegida.
- Y en segundo lugar porque la crema cuesta mucho aplicarla sobre la piel manchada de arena, aparte de poder hacerles daño.
En cualquier caso, y en función del tiempo que paséis fuera de casa, es probable que necesitéis aplicar nuevamente crema a vuestros peques: ¡No os olvidéis!
- Botella de plástico vacía: ¡Un imprescindible en mi bolsa!: Una de las primeras cosas que meto en la bolsa son dos o tres botellas de plástico vacías que lleno de agua cuando llego a la playa. Podéis llenarlas en las típicas duchas que hay en todas las playas, o en los baños de cualquier chiringuito cercano. El caso es llevarlas vacías de casa para no cargar peso.
Esta agua viene fenomenal para aclararles los ojitos si se les mete arena, limpiarles las manos antes del almuerzo o limpiarles bien de arena cuando recojáis para iros. Las duchas que normalmente hay en las playas son exclusivamente de pies y a veces hay tal cola para aclararse la arena que no apetece esperar. Un buen chorro de agua de las botellas que previamente habréis llenado, soluciona el problema.
- ¡El mar abre el apetito!: Mis hijos no son de picar entre horas pero cada vez que vamos a la playa acaban pidiéndome algo de comer. Así que en mi bolso nunca falta una neverita con acumuladores de hielo donde guardar fruta fresca, zumos naturales o agua. O recomiendo que para la bebida os llevéis vasos de plástico o pajitas desechables ya que si beben directamente de la botella es probable que dejen restos de arena o sal tanto en la boquilla como en el agua que quede dentro.
- Toallas, las justas: Al principio era de las que iba a la playa cargada de toallas, una para que cada miembro de la familia pudiera sentarse o tumbarse además toallas limpias para secar a los niños cuando salieran del agua. Con el tiempo me di cuenta de que la toalla no servía más que para llenarse de arena, ensuciarse y cargar de peso la bolsa así que poté por llevarme UNA esterilla y una o dos toallas que NO saco de la bolsa, para evitar que se manchen.
Solo me llevo una esterilla porque el tiempo también me ha enseñado a que si vas a la playa con niños debes olvidarte de tomar el sol de forma relajada, tumbarte a escuchar música o leer tranquilamente. ¡Todo eso se acabo, así que ¿para qué llevar trastos innecesarios?!
Por otro lado, las toallas solo las usamos para secar a los peques cuando salen del agua y acto seguido las volvemos a guardar. Al no estar en contacto con la arena, estas no se manchan y los niños las aceptan mejor (porque no les exfolia la piel al secarse).
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El carrito, ese artilugio absurdo cuando estás en la orilla del mar: No soy partidaria de llevar el carrito a la playa por varios motivos:
Resulta realmente incómodo arrastrar el carro por la arena. A menudo veo escenas de padres tirando, sudorosos, del carro de sus hijos, tratando de sacar las ruedas de un montón de arena seca que impide que estas giren o empujándolo extasiados por la orilla del mar. Lejos de ser bucólicas, estas escenas me inspiran absolutamente lo contrario y siempre pienso que donde esté un buen portabebés que se quite lo demás.
Además de ello, los carros no suelen estar preparados para este entorno y a la larga pueden oxidarse con el salitre, causar ruidos molestos o dificultar el rodaje.
Si consideráis que vuestros peques pueden querer echarse una siesta en la playa, os recomiendo encarecidamente que probéis a usar una bandolera de tejidos fresquitos, o incluso optéis por tomarles en vuestros brazos o echarles sobre una toalla. Este año probaré por primera vez las tiendas de campaña plegables que venden en Decathlon. Además de ahorrarnos el tener que llevar sombrilla creo que puede resultar práctico a la hora de echarse un sueñecito.
- Juguetes sí pero bien elegidos: Y digo esto porque somos muchos los que pecamos de llevar una bolsa repleta de todo tipo de juguetes. Pelotas,
raquetas, hinchables, muñecos, utensilios para la arena, juguetes de agua, cometas… Mi consejo es que racionalicéis y por ejemplo llevéis un día sólo juguetes para el agua, otro día sólo para la arena, otro día lo dediquéis a las palas, el día que haga aire os llevéis sólo la cometa…La experiencia me ha demostrado que con niños pequeños un cubo y una pala es más que suficiente para que estén entretenidos toda la mañana pero es que además, en cuanto ven a otros niños jugar en la sombrilla de al lado se olvidan de sus propios juguetes y los del amiguito pasan a ser tremendamente más interesantes que los suyos.
Así pues, simplificar mucho para evitar ir cargados con cosas que no vais a utilizar.
- Ropa y pañales: ¡No salgáis sin ellos! Parece una perogrullada pero no lo es. A veces nos concentramos tanto en preparar una bolsa playera súper completa que nos olvidamos de cosas tan cotidianas como toallitas, cambiador, pañales o ropa de repuesto. Tampoco olvidéis las gorras o sombreros y las gafas de sol. Recordad lo importante que es proteger a nuestros niños en verano.
- Y ya por último, os aconsejo que todo lo llevéis guardado en una mochila que podáis colgaros de ambos hombros. Los bolsos de playa/piscina son más chic, pero personalmente me parecen mucho más incómodos de llevar. La mochila nos permite llevar los brazos completamente libres para poder coger a nuestros peques o portearlos delante o a la cadera.
¡Y vosotros: ¿añadiríais algo más?!
Me quedo con lo de la mochila.
Lo demás lo hacemos parecido, aunque en mi playa es a eso de las 4 de la tarde donde se pone aquello hasta la bandera, impresionante, pasamos de adluencia baja/media a muy alta, siendo el máximo apogeo a las 17h, por la mañana es mas tranquilita. Y nosotros si tenemos montones de duchas completas y pasarelas de madera para ir con carritos, lo que no tenemos es esa maravilla de arena dorada.
La tienda de campaña de la que hablas tiene filtro uva??? Por cierto, yo aconsejaría en este post tan completo llevar sombrillas con filtro uva. Gracias por los consejos y feliz verano
¡Gracias por tu aportación! Sí claro! La sombrilla es un imprescindible; de hecho es que no concibo ir a la playa sin ella, de ahí que lo haya obviado en el post, pero está bien destacarlo, ¡gracias!
Y la tienda de campaña a la que me refiero sí tiene filtros para los rayos UV. ¡ya os contaré la experiencia!
Hola,
Es cierto que es práctico poner el protector antes de salir, además debes incluir el repelente de mosquitos y es más fácil ponerlo todo antes de que el mar los tiente.
Muy buena idea la de la botella vacía.
Hoy día existen unas carpas que son muy buenas protegiendo del sol y del viento y no se vuelan tan fácilmente como las sombrillas.
http://mamasolteraimperfecta.blogspot.com.ar/