“Bastante tengo yo con criar a mi hijo como para opinar sobre la crianza de los hijos de los demás”. Así de contundente es una amiga mía cuando hablamos de estos temas y ¡cuánta razón tiene!.
Cuando uno se convierte en padre todo el mundo alrededor se siente en el derecho a opinar, adoctrinar y hacer valer sus consejos por encima de todo. Antes de tener hijos a nadie le importa lo que ocurra de puertas para dentro de tu casa pero en el momento en que éstos llegan la cosa cambia y el que más o el que menos tiene un consejo guardado bajo la manga para darte en cuanto te ve.
Al margen de que pueda estar más o menos de acuerdo con ciertos métodos de crianza jamás he entrado a opinar sobre la paternidad de nadie sin que previamente se me haya pedido opinión o consejo. Creo que cada familia debe buscar el equilibrio para lograr ser felices y estar orgullosos y satisfechos con su crianza y si este equilibrio se alcanza durmiendo juntos, separados o haciendo el pino puente para que los niños coman, por poner algunos ejemplos, ¿quién soy yo para aconsejar lo contrario?.
Nunca he sido muy partidaria de los libros o artículos que nos dicen cómo dormir a nuestros hijos, cómo criarlos, cómo alimentarlos… Creo que hay tantas metodologías como familias existen y aunque en un momento dado puede ser bueno recurrir a un artículo o autor de confianza para aclarar una duda o buscar alternativas o posibles soluciones, personalmente no me gusta que ningún libro se convierta en mi biblia de la maternidad. Mi maternidad es mía y lo que dicen los libros puede no funcionarme, al igual que lo que me va fenomenal a mí puede no ser una alternativa eficaz para otra familia.
Cuando alguien de mi entorno anuncia un embarazo siempre digo lo mismo: “Huye de los consejos y escucha a tu corazón y a tu bebé. Él, y nadie más que él, sabrá guiarte en el camino de la m(p)aternidad”.
Con mi primer hijo viví unos primeros meses de maternidad y crianza de libro. Era muy dada a poner en práctica todos los consejos que la gente me daba así como lo que leía en los libros (algunos de posturas totalmente opuestas). Sólo cuando me paré a escuchar a mi instinto supe descartar aquello que no iba con mi forma de entender la maternidad y a coger los consejos que recibía con pinzas. Ahora con Pulguita todo es muy diferente pues desde el primer minuto estoy viviendo esta segunda maternidad como realmente quiero y siento.
Eso mismo digo yo!!! Huyo de la gente que más que dar su opinión, te la machaca. Nuestro sentido común es el mejor indicador hacia nuestros hijos.
Besos especiales!
Toda la razón. Hay que saber escuchar más a nuestro corazón.
Besitos linda!
Que diferente es la primera vez y la segunda verdad???
Yo estoy disfrutando mucho más la segunda vez
Totalmente deacuerdo en que cada familia busca su fórmula mágica para que las cosas funcionen.
Respecto a libros solo leí uno, un regalo para toda la vida, y me gustó. Y eso que mi lactancia fue un fracaso y esta segunda vez acabé con el biberón. Pero creo que el libro está muy bien.
http://mykitschworld.blogspot.com.es/2014/08/maternity-experience.html
Sí!! Yo también lei el mismo libro y la verdad es que me ha ayudado mucho en mi lactancia. Hay veces que las cosas no salen como uno quiere pero lo importante es sentirse bien con uno mismo y disfrutar a tope de la maternidad en su primera etapa, que es realmente fascinante!