Los embarazos de mis hijos han sido muy distintos desde el primer momento, tanto en sentimientos como en sensaciones físicas y síntomas. Una de las principales diferencias ha sido, sin duda, la época del año en la que me ha tocado vivirlos, totalmente opuestas y cada una con sus ventajas y sus inconvenientes.
Para quienes estéis pensado planear un embarazo en un época del año concreta os cuento en este post mis vivencias al respecto.
MI PRIMER EMBARAZO: DE ENERO A AGOSTO
- De enero a marzo: Los primeros meses de embarazo transcurren en invierno lo que hace que las náuseas iniciales sean muchísimo más llevaderas.
- De marzo a mayo: Con la llegada de la primavera comienza el segundo trimestre del embarazo y la verdad es que lo disfrutas muchísimo porque el peso y el volumen de la tripa aún te permite caminar, hacer ejercicio o hacer excursiones al campo aprovechando el buen tiempo. El calor no es excesivo y eso ayuda a vivir el segundo trimestre plenamente (siempre y cuando no seas alérgica a pólenes o plantas varias)
- De junio a agosto: En cambio el tercer trimestre se convierte en un auténtico infierno. El calor sofocante de los veranos madrileños hace que pies, brazos y labios se hinchen y que apenas puedas moverte sin perder medio litro de agua en el intento. La única posible solución para paliar estos efectos son las duchas frías cada dos por tres (yo llegaba a ducharme hasta cinco o seis veces al día), el aire acondicionado (el abanico o el ventilador se quedan muy cortos) y, si tienes suerte, la piscina o la playa.
En mi caso no pude viajar a la playa en el tercer trimestre porque no me aconsejaron salir de Madrid pero tuve la suerte de poder dejar de trabajar en esos meses y pasarme los días en remojo en la piscina. Aun con todo y con eso vivir el tercer trimestre del embarazo en plenos meses de verano es, sin duda, lo más negativo de planear el nacimiento del bebé en esta época del año.
Como parte positiva me quedo sin duda con lo fácil que es vestirse. No es necesario apenas comprarse ropa premamá salvo si se engorda mucho en el segundo trimestre. Pero incluso siendo ese el caso, con un par de pantalones pre-mamá será más que suficiente. En verano cualquier vestido con corte bajo el pecho o camisolas anchas no sólo son la opción perfecta sino que además irás monísima sin necesidad de gastarte un dineral en ropa de embarazada que puede que no vuelvas a ponerte nunca.
Por otro lado, tener a tu bebé en verano es una gozada porque puedes disfrutar mucho del sol, el calor y los primeros paseos antes de la llegada del otoño.
MI SEGUNDO EMBARAZO: DE MAYO A ENERO
- De mayo a julio: El primer trimestre es, sencillamente, horrible. Las náuseas y el cansancio te coinciden con el final de la primavera y la llegada del verano. El bochorno y las altas temperaturas no sólo no ayudan sino que acentúan, con creces, los síntomas de malestar y un momento del año tan bonito y apetecible para hacer un montón de cosas se convierte en una auténtica pesadilla.
- De agosto a octubre: El segundo trimestre se vive en unos meses del año relativamente buenos. El peligro del primer trimestre ya ha pasado y si tienes suerte puedes disfrutar de unas vacaciones en la playa sin que tu embarazo sea apenas perceptible. Los paseos por la arena y las tapas en las terrazas al aire libre son la mejor recompensa ;-).
- De noviembre a enero: El tercer trimestre en esta época del año tiene, a mi juicio, una cosa buena y otra mala. La buena es que no pasarás frío. La temperatura que percibe una embarazada es más alta que la que notan el resto de los mortales así que es un verdadero lujo para las frioleras como yo no tener los pies y las manos heladas durante las 24 horas del día y poder salir a la calle con una simple chaqueta mientras todos van tapados hasta las orejas.
La parte mala es que la recta final coincide con las fiestas navideñas: momento de regalos, compras en grandes centros comerciales abarrotados, largas colas para pagar en las cajas y comilonas día tras día. Eso se hace, simplemente, insoportable.
Además hay dos aspectos negativos que también conviene tener en cuenta. El principal es que el bebé nacerá en una época del año en la que virus y bacterias campan a sus anchas en forma de mocos, toses, gripes, gastroenteritis, otitis… Ver a tu indefenso recién nacido rodeado de adultos o niños (si tiene hermanitos) con continuos “achús” da muy mal rollo. Además, no podrás sacarle a la calle porque la inmensa mayoría de los días hace un frío helador, o llueve o nieva. Te pasarás los dos primeros meses viendo la calle desde tu ventana y eso, en ocasiones, se hace muy cuesta arriba.
Por otro lado la apariencia física de la mamá embarazada deja bastante que desear en la última etapa pues, a no ser que te gastes una pasta en un abrigo premamá, ningún abrigo normal te abrochará. Además, necesitarás comprarte ropa para pasar el invierno porque es raro que puedas aprovechar los clásicos jerseys que tengas en tu armario.
Me quedaría probar lo que supone un embarazo entre los meses de agosto y abril. Según dicen las madres que lo han vivido es la mejor época del año tanto para quedarse embarazada como para el recién nacido. ¡Quizá a la próxima pueda contaros esa experiencia! 😉
Yo nací en marzo aunque debería haber ido de abril, mi madre fue previsora oye. Buenos consejos por si puedo programarlo jajaja
Gracias por el post, es muy interesante y hay cosas que no se me habían pasado por la cabeza.
Besos Silvia
Creo que marzo, abril y mayor son las mejores fechas para tener un bebé, tanto por el embarazo en sí como por la llegada al mundo del recién nacido. Ojalá fuera fácil programarlo pero por si acaso yo cuento mi experiencia! 😉
La verdad es que yo prefiero la segunda opción, como en tu caso mi primer bebé nació en verano, bueno antes que el tuyo, en junio, y el segundo, en enero. En mi caso no tuve que pasarme el tercer trimestre en pleno verano como tú, ya que al nacer en junio mi mayor no pillé la peor parte del calor, pero tener un bebé en verano para mí no fue un disfrute. Como era tan chiquito no lo podía llevar ni a la playa ni a la piscina, y solo salíamos cuando caía el sol así que me agobié mucho encerrada en casa todo el verano. En cambio con el segundo que nació en enero fue mejor porque el frío hizo que el final del embarazo fuera mucho más llevadero. Además aquella Navidad me la tomé mucho más en calma y me aislé de todo para poder disfrutar y descansar en la recta final. Y cuando nació mi bebé no podíamos salir pero no pasaba nada porque hacía frío y tampoco habría salido mucho sin tener el bebé igualmente. Cuando llegó el verano y el buen tiempo mi bebé tenía una edad estupenda para disfrutar de la playa y la piscina. Incluso nos atrevimos a viajar con el. Así que sin duda mucho mejor el embarazo con fecha de parto en invierno que el de verano en mi opinión.
Pues la verdad es que analizado así tiene mejor pinta que como lo había planteado yo, la verdad!
Mi mayor es que nació a finales de agosto y aunque hacía muchísimo calor, no es lo mismo los últimos coletazos del verano que como dices, todo el verano por delante con un recién nacido.
Ves! Ya te he animado mujer! jeje!!
😉
Yo viví ambos embarazos en invierno. Y la segunda nació a principios de julio, con lo que un poco de calor me pilló. Creo que no hubiera podido aguantar un embarazo en los plenos meses de calor, julio, agosto y septiembre. Con lo calurosa que soy…
Puff… la recta final de un embarazo en pleno verano es lo peor!! Yo soy súper friolera y aun así juré y perjuré que nunca más volverá a tener un bebé en verano!
La primera nació a mediados de julio y bastante bien , pero porque fue la primera y si hacía calor te ponias en remojo o te tumbabas en la piscina, además solo fue un poquito de verano y cuando nació los paseos y el buen tiempo es estupendo!. El segundo nació a primeros de octubre y el calor del verano fue horrible! Y más teniendo otra pequeña que atender. Y el tercero fue en marzo, buena fecha la verdad, lo único q el ultimo mes no podía andar de la ciática y tenia dos hijos mas que atender. A mi el inicio de los embarazos me ha dado un poco igual porque no he tenido nauseas ni vómitos, así que si a alguna mas le pasa lo que te hace intentar “programar” el parto es el ultimo trimestre solamente. Para mi las mejores fechas sin duda entre marzo y junio-julio.
Claro! Es que los niños que macen en verano nos lo ponen muy fácil para poder salir después a pasear con ellos y aprovechar las tardes al máximo, cuando empieza a caer el sol.
Tienes razón en que casi es más importante si hay otros niños a los que atender que el embarazo en sí porque con el primero todo se ve tan fácil…
El mío fue de febrero a noviembre y la verdad es que ni me agobié con el calor ni necesité un abrigo extra grande para cubrirme el panzón porque aún no había llegado del todo el frío.
Buena época también! Justo lista para Navidades, poder disfrutar ya recuperada y ponerte hasta loas cejas de jamón 😉
Pues yo como sabes tengo los dos de primavera. Tenía claro k los quería de primavera y como tuvimos suerte de ” acertar a la primera” pues nos salió bien. Creo que no podría aguantar un embarazo de verano aki en Barcelona …o si lo aguantaba me dejaría muy tocada x mi tensión baja- barrigón- ciática , etc….
Así que ya sabes, para el tercero te recomiendo abril- mayo y todo el veranito de baja ;).
Tú te lo has organizado bien! Todo son ventajas!!
Yo di a luz el 15 de abril y esque yo no note mi embarazada ni nauseas ni calor ni frío nada jajajjaa fue cesárea programada y pues supongo que será la mejor época por lo que decís