Aunque la cesárea es una cirugía mayor abdominal que implica riesgos para madre y bebé, y un post-operatorio largo y complicado, es posible tener una cesárea respetada que te permita disfrutar del nacimiento de tu bebé. Con mi niño la experiencia no fue buena (lo relato en este post). Sin duda influyeron los nervios, mi estado emocional y quizá la mala suerte de dar con un equipo médico poco humano.
Con mi niña tenía muy claro lo que deseaba que fuera diferente con respecto a mi anterior cesárea. Además, esta vez deseaba enfrentarme a la operación con tranquilidad y mi optimismo, para disfrutar al máximo del nacimiento de mi hija. Y así fue como, con un chip completamente diferente y un plan de parto por cesárea bajo el brazo, conseguí lo que tanto ansiaba: una cesárea respetada.
Para conseguir mi cesárea respetada, mi actitud positiva fue indispensable
De entrada, y a pesar de los nervios lógicos que tenía, no dejé de sonreír en ningún momento. Quien reparte sonrisas recibe sonrisas y eso fue lo que recibí por parte de todo el equipo que me atendió, especialmente de la anestesista y la matrona que fueron mis dos ángeles de la guarda. Me dieron la mano durante la intervención, me arroparon con mantas cuando comenzaron los temblores incontrolables y me iban narrando en directo lo que estaban haciendo el ginecólogo, anticipándome las sensaciones (a veces muy desagradables) que iba a experimentar conforme fueran avanzando la operación.
También me encantó que mi ginecólogo hablara conmigo mientras me operaba, y me preguntara en todo momento cómo me sentía. Con mi primera cesárea reinó un silencio sepulcral en el quirófano, y aunque puede haber madres que lo agradezcan, a mí me dio mucha sensación de frialdad.
La empatía del personal sanitario
Cuando nació mi niña la acercaron enseguida a mi cara y me la pusieron a la altura para que pudiera acariciarla. Estaba de color blanco, ensangrentada, pero destacaba su mata de pelo negro y sus ojos abiertos de par en par. Cuando la hube besado y acariciado la alejaron de mí durante unos minutos mientras le hacían el test de Apgar, pero a diferencia de lo que me ocurrió con mi hijo, esta vez no me sentí sola.
Percibí la emoción contenida en todo el equipo médico, especialmente en los ojos de la anestesista. Luego me confesó que había sido madre hacía escasos 5 meses y que ahora, más que nunca, se emocionaba con los nacimientos de bebés ajenos. ¡Tanta empatía y cariño sin duda me cautivaron!
No tardaron ni un minuto en devolverle a mi niña envuelta en una manta. El pediatra me explicó lo había pesado y medido, y me dijo que estaba sana y perfecta. Me instó a seguir hablándola y besándola, y la sostuvo cerca de mi cara mientras me terminaban de suturar. Luego me explicó que se la entregarían a mi marido, con quien haría piel con piel.
Una afectuosa despedida
Cuando la operación acabó, algunas de las personas que estuvieron en el quirófano conmigo se despidieron de mi con un beso y con unas bonitas palabras. Me sentí tremendamente arropada y aunque deseaba subir a planta para estar con mi pequeña, no tuve en ningún momento esa sensación de desamparo y malestar que me invadió con la cesárea de mi hijo.
La anestesista sólo me mantuvo en reanimación unos minutos y enseguida me subió a planta: “Disfruta de tu muñeca, mami campeona” – me dijo mientras el celador empujaba mi camilla.
¡Y eso hice! Subí a la habitación cargada de energía y cariño por la preciosa experiencia que acababa de vivir; la de la cesárea respetada y humanizada con la que siempre había soñado.
Acabas de describir mi cesárea, solo que en la mía además estaba el papá, llorando a moco tendido. Y aunque no fue programada, sino por no avanzar el trabajo de parto, fue relajado y con un ambiente muy distendido. Enhorabuena por esa princesa y por haber podido disfrutar de su nacimiento!
Ohhh… Qué suerte poder estar al lado de tu marido. Hubiera sido el colofón perfecto en mi caso. Me alegra que pudieras disfrutarlo tanto
Que bonito, la verdad es que contado así suena genial.
A mi el parto me asustaba pero tampoco preferia cesarea porque me da mucho respeto.
Me alegra mucho que te fuera tan bien en este segundo parto!
Lo importante es que sea lo que sea, sea algo respetado y que siempre podamos recordar con cariño
Que bien que te hayas sentido así de arropada, eso ayuda mucho sin duda, y más en esos momentos en que te sientes tan vulnerable, aunque ya sepamos de que vaya un parto porque lo hayamos vivido anteriormente…
Tal vez los médicos han recibido toques de atencíón porque yo también noté un gran cambio con los médicos que llevaron mi segundo parto en diferencia con el primero: como tu dices, mucho más empáticos y humanos, respetando las emociones de la parturienta (véase nosotras jeje) –Lo de los toques de atención lo digo en ironía, no sé si los habrán recibido o no 😛
Estoy segura de que en la mayoría de los hospitales está pasando lo que dices: toques de atención y que los tiempos cambian, ¡por suerte!
Sé que suena a tópico pero si una cesárea es necesaria y nos lo planteamos así y tratamos de disfrutar al máximo de la experiencia, la llegada del bebé seguro que es igual de especial que la de un parto vaginal. Lo importante es convertirse en madre.
Claro que sí! Yo soy de las que defiendo las cesáreas porque me cuesta mucho creer que un médico haga una cirugía de este calibre simplemente porque lo pida la paciente porque “le da la gana”… Creo que en el 95% de los casos son necesarias.
¡Que bien y que suerte! Yo tuve parto vaginal y la verdad creo que una de las decisiones que me llevo a cambiar el sitio donde daré a luz fue ese sentimiento de soledad tremenda…Y no es hasta que lees y te enteras que sabes que la violencia obstetra existe y que ninguna madre debería vivirla…
Me alegro que esta segunda oportunidad te haya reconciliado con tú lado de mujer mas primigenio ¡nacer como madre!
Un besote desmadroso
Gracias preciosa! tú también pudiste disfrutar a tope de tu segundo parto así que me alegra enormemente!
Ay qué bonito!!!! Yo también tuve cesárea y aunque no fue un parto irrespetado, fue una cesárea de emergencia, así que la atmósfera no era de tanta tranquilidad. Tampoco sé lo que es un parto vaginal, pero sé que sí se puede dar la teta y cuidar de tu bebé con la misma dedicación (aunque tal vez con más dolor) después de una cesárea. Gracias por compartir tu historia 🙂
Es que en una cesárea de urgencia las cosas cambian mucho y lo que prima ahí son otras cosas. Y por supuesto que a pesar de cesárea se puede dar el pecho y ser la mejor madre del mundo: ¡faltaría más!
Eso sí es un parto respetado y lleno de cariño. Luego dicen de la frialdad de algunas personas del equipo médico, pero supongo que como en todo, y en todas partes, hay distintos caracteres.
Disfrutad!
A punto estuve de plantar un beso en los morros a mi ginecólogo! jajaja. Estaba tan agradecida de lo bien que me trató y con tal subidón hormonal que hubiera sido capaz de eso, jajajaja
Me alegra ver que la segunda cesárea fue mejor. En el caso de volver a tener otro hijo sé que tengo muchos números de volver a tener cesárea y espero poder corregir todo aquello que no me gustó de la primera. Entre otras cosas el estar sóla en la sala de reanimación durante 1 hora sin mi hijo! tengo claro que les pediré que pueda tenerlo conmigo en esa sala. Me apenó mucho que yo, la madre, fuera la última que cogiera en brazos al peque 🙁
Y desde luego que es mucho mejor un parto natural, te recuperas enseguida y seguro que se vive el parto de otra manera más directa con el pequeño.
Lo de reanimación es lo peor: pensar que todo el mundo está cogiendo a tu hijo menos tú… Puff!
Pero bueno, seguro que tomas nota por si vuelve a pasar lo mismo en la próxima.
No te voy a negar que me muero de envidia de la mala leyendo tu relato por que mi parto fue un horror… A mi me tuvieron dos horas en reanimación, mi pareja por ahí deambulando entre plantas y mi bebé en neonatos, en una cuna, solo….
Ay cielo, es que tuviste una experiencia espantosa… ¡Seguro que la próxima sale mucho mejor!
Que bueno que tu segundo parto te permitió conocer el otro lado de ser madre. Es muy triste que a diario haya mujeres violentadas en el momento más vulnerable de sus vidas. Yo he tenido 3 partos vaginales y no conocía el mundo de las cesáreas hasta que a mi hermana le tocó. Violentaron cada minuto del proceso y esperaron tanto para actuar que ella desarrolló infección uterina. Después de la cesárea la tuvieron que operar de emergencia y nadie podía ver al bebé, cuando por fin vi a mi hermana me partió el alma la soledad en donde la encontré. Ella paso semanas en el hospital y necesito varias operaciones antes de salir. El bebe fue derechito a cuidados intensivos y nadie lo podía ver.
Gracias por compartir tu historia 🙂 gracias por mostrar la otra cara.
Qué triste lo que cuentas… lamento mucho lo que tuvo que pasar tu hermana. Mi segunda cesárea, aun siendo programada y yendo todo “bien” durante la operación, fue una cesárea muy poco respetada y de todo se aprende. Esta vez quería que las cosas salieran de otro modo y para mi asombro: otro modo es posible. ¡Ánimo!
Gracias por compartir este post. Es la primera vez que llego a tu blog y me está ayudando mucho.
¿Cuanto esperaste después de tu primera cesarea para tener tu segundo bebé?
Entre mi primera y segunda cesárea transcurrieron 4 años y medio, y entre la segunda y la tercera 18 meses justos.
Yo perdí a mi bebé después de dos días de nacido, hace casi un mes. Y quisiera saber si esperar 6 meses para embrazarme otra vez es un riesgo?