Los primeros tres años de vida son los más importantes en el desarrollo del bebé, tanto físico como emocional. Sin embargo, es quizá en los 12 primeros meses cuando tienen lugar los aprendizajes motores más importantes. De este modo, es posible identificar grandes hitos del desarrollo del bebé en sus 12 primeros meses de vida.
Te cuento cuáles son estos hitos del desarrollo y cómo podemos potenciarlos, aunque antes de eso es importante recordar que cada bebé tiene sus propios ritmos, por lo que los tiempos son solo una estimación.
Desarrollo del bebé en el primer mes
Durante el primer mes de vida observamos cambios muy significativos en el desarrollo del bebé, y nos daremos cuenta fácilmente cuando comparemos a nuestro hijo en su primer cumple-mes con cómo era nada más nacer. Y no solo me refiero a su apariencia física, sino también al desarrollo de sus sentidos y a cómo va adquiriendo poco a poco unos patrones de sueño y alimentación más definidos.
El sentido que el bebé tiene menos desarrollado al nacer es la vista. Su visión es corta y borrosa y apenas ven a una distancia de 30 cm. Sin embargo, hacia el primer mes de vida ya comenzarán a mostrar un mayor interés por su entorno, aunque aún no tendrá capacidad de fijarse detenidamente en los objetos que le rodean.
En lo que respecta a la alimentación, si has optado por lactancia materna irás conociendo poco a poco a tu bebé, acoplándote a él, a sus necesidades y ritmos de alimentación. Lo mismo ocurrirá con su llanto, que cada vez te resultará más fácil interpretar y calmar.
Segundo mes
El bebé ya empieza a mostrar interés en los estímulos visuales y auditivos que le llegan, y a menudo le sorprenderás fijándose en tu rostro o siguiendo objetos que pasan por delante de sus ojos muy lentamente. Si le ofreces un objeto lo agarrará y agitará sus manos golpeándolo, aunque sus movimientos todavía no son coordinados.
En cuanto a la lactancia, es posible que ya esté completamente instaurada, siempre que el bebé aumente de peso según lo establecido y la madre no tenga ninguna molestia.
Tercer mes
A partir del tercer mes notarás un cambio notable en el desarrollo del bebé: empieza a ser capaz de sostener la cabeza durante más tiempo, patalea con fuerza, mueve los brazos y las piernas constantemente, mantiene sus manitas predominantemente abiertas y ya establece contacto visual.
Es posible que también notes cómo cambian sus patrones de sueño hacia el final del tercer mes, volviéndose más ligero con respecto a los dos primeros meses.
Desarrollo del bebé en el cuarto mes
La vista del bebé está cada vez más desarrollada, y es capaz de buscar objetos con la mirada, seguirlos atentamente y ver a larga distancia. También empieza a emitir sus primeras sonrisas y disfruta sonriendo a familiares y extraños. Este es un paso muy importante en su desarrollo social.
Sus manitas son su mayor descubrimiento, y empezará a llevárselas continuamente a la boca. Lo mismo hará con sus juguetes, mordedores o cualquier cosa que agarre con sus manos. Al ver al bebé chuparlo todo, muchos padres creen que lo hace por calmar las molestias de una inminente dentición; pero lo cierto es que todavía queda tiempo para que los primeros dientes aparezcan, así que la razón de chuparlo todo es meramente exploratoria.
Quinto mes
El desarrollo motor empieza a acelerarse a partir del quinto mes. Los bebés ya mantienen la cabeza completamente levantada y también levantan el pecho del suelo cuando los tumbamos boca abajo.
Pasan despiertos largos periodos de tiempo, mirándolo todo con mucha curiosidad, y son capaces de reconocer los rostros de las personas que le resultan familiares. Muchos bebés montan una auténtica fiesta de balbuceos emocionados y sonrisas cuando algún conocido se acerca a ellos. Por contra, empiezan a desconfiar de aquellas personas cuyos rostros no le son familiares.
A partir del quinto mes aparecen también los primeros sonidos, que evolucionarán rápidamente de los tímidos balbuceos a los grititos y gorgojeos.
En cuanto al desarrollo de la psicomotricidad fina, el bebé de cinco meses ya agarra objetos con la mano sin dificultad -incluso si son de pequeño tamaño-, y es capaz de pasárselos de una mano a otra.
Sexto mes
A los seis meses muchos bebés ya son capaces de “hacer la croqueta”, es decir, rodar por sí solos sobre su abdomen desde la posición de boca abajo y cambiar a la posición de boca arriba. También muestran una gran fuerza en las piernas, de manera que si les colocas boca abajo y pones un tope en sus pies, es posible que se impulsen hacia adelante intentando reptar.
En este momento también se produce un importante hito en su desarrollo, pues dejan la lactancia exclusiva (materna o artificial) y comienzan con la alimentación complementaria. Dejar que el bebé juegue y experimente con la comida es especialmente beneficioso para ellos, tanto a nivel físico como emocional.
Séptimo mes
A los siete meses el bebé ya se sienta sin apoyo y si le colocas en posición de gateo se balanceará hacia adelante o hacia atrás, o incluso es posible que comience a gatear. Estimular el gateo es muy beneficioso para su desarrollo, aunque no todos los bebés lo hacen. Algunos reptan o gatean de forma peculiar (solo con una pierna, avanzando sentados apoyándose en sus brazos, culeando, gateando hacia atrás…).
En cuanto al habla se produce una explosión en esta etapa. El bebé aprenderá a modular su voz, se fijará atentamente en nuestra boca cuando le hablamos intentando imitarnos y comenzará a comprender palabras sencillas que utilizamos con él diariamente.
La motricidad fina también alcanza un nuevo nivel de desarrollo: el bebé es capaz de girar las muñecas e imitar la canción de “los cinco lobitos”, abrirá y cerrará las manos para decir adiós, da palmadas, se llevará la mano a los labios lanzando besos y también será capaz de agarrar objetos pequeños realizando la pinza con los dedos índice y pulgar, aunque todavía tendrá que mejorar la fuerza y coordinación de sus deditos.
Desarrollo del bebé en el octavo mes
La técnica del gateo ya está completamente dominada, y el bebé irá alcanzando cada vez más velocidad cuando se desplace de esta forma. También es capaz de girarse de todas las maneras posibles (por ejemplo, de boca abajo a boca arriba y viceversa, o en sentido de las agujas del reloj haciendo fuerza con los pies), así como de pasar de la posición tumbada a sentado.
Muchos bebés también comienzan a ponerse de pie si encuentran un apoyo al que agarrarse. Sin embargo, este movimiento debe poder hacerlo el bebé de forma libre y no forzarle a ello.
En cuanto a su socialización, uno de sus juegos favoritos es el “cucu trás“. También disfruta mirándose al espejo y reconociendo en él su reflejo, descubriendo objetos que hayamos ocultado bajo un pañuelo, descubriendo sonidos y texturas de los cuentos para bebés y sobre todo, chapoteando en el agua en el momento del baño.
Noveno mes
En el octavo mes, el bebé comienza a emitir sílabas redobladas (“p”, “m”, “b” ,“t”, “d”, “m” y “n” fundamentalmente) y a intentar imitar palabras que contengan estos sonidos. De esta forma, aunque quizá ya hubieras escuchado a tu bebé con anterioridad pronunciar “papá” o “mamá”, suele ser a partir de los nueve o diez meses cuando estas palabras son pronunciadas con el sentido y la finalidad de llamarnos.
Su fuerza en las piernecitas es cada vez mayor, de manera que son capaces de mantenerse erguidos unos segundos sobre sus piernas.
Décimo mes
Los bebés son capaces de comprender conceptos simples como aquí, allá, dentro y fuera. Igualmente, cuando están haciendo algo y les decimos “¡no!” se detendrán instantáneamente y nos mirarán, pues entienden que eso que eso que estaban haciendo no está permitido.
Décimo primer mes
Algunos bebés empiezan a dar sus primeros pasos conforme se acerca su primer cumpleaños, aunque la mayoría tardará todavía algo más de tiempo en alcanzar este hito tan importante del desarrollo. Lo que sí son capaces de hacer es levantarse del suelo y permanecer de pie por periodos de tiempo cada vez más largos, a veces apoyados en objetos u otras sin necesidad de agarrarse.
Primer año de vida del bebé
Las habilidades de lenguaje, físicas y sociales han madurado mucho durante el primer año de vida, de manera que a los 12 meses los bebés ya cuentan con movimientos precisos y su motricidad fina está cada vez más desarrollada. De este modo, el niño ya empieza a ser capaz de apilar torres de construcciones, pasar las hojas de un libro, destapar o tapar objetos, enterrar sus pies bajo la arena, utilizar cubiertos, manipular plastilina, hacer trazos con un lápiz…
A partir de ahora empezará a usar entre una y tres palabras para referirse a una persona, comida u objeto concretos. Además, cuando no conozca el nombre de algún objeto o animal, empleará sonidos onomatopéyicos característicos para hacerse entender y referirse a ellos. Su capacidad de comprensión también se ve aumentada, ya que ahora responde con gestos apropiados a varias clases de mandatos más complejos.
Salvo alguna excepción, la alimentación del bebé a los 12 meses ya será igual que la de los adultos; además, disfrutará sentándose en la mesa a comer con toda la familia e intentará utilizar los cubiertos como hacemos nosotros.
En cuanto al sueño, su patrón ya estará más o menos establecido, y muchos bebés son capaces de dormir toda la noche del tirón. Sin embargo, todavía necesitarán realizar dos siestas diurnas.
Fotos | Pexels, iStock
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