Cuando te conviertes en madre se hace primordial aprender a organizarse, aprender a priorizar y a sacar ratos para una misma y tu pareja. Cuando te conviertes en madre de dos, conseguir una buena organización es la clave para poder sobrevivir sin volverse loca. Y ya cuando te quedas embarazada de un tercero, con dos peques más de los que ocuparte, las situaciones diarias a las que te enfrentas son tantas y tan variopintas que o sabes organizarte correctamente o te enfrentas a momentos de mucha ansiedad y estrés. ¡Y ya no digo lo que tiene que suponer tener tres o más hijos! (ya os lo contaré dentro de unos meses) 😉
Cuando sólo tienes un hijo
Los tres primeros años de mi Mayor fueron dedicados en exclusiva a él. Hubo periodos en los que estuve trabajando fuera de casa, pero mi niño se quedaba al cuidado de los abuelos y cuando yo volvía de trabajar todo mi tiempo era para él.
Cuando comenzó el colegio pude disfrutar de varias horas al día para mí y me embarqué en varios proyectos personales y profesionales que iba sacando adelante en los ratos en los que él estaba en el cole.
Cuando eres mamá de dos
Cuando llegó Pulguita tuve que replantearme mi modelo de trabajo y mi día a día. Ocuparme de dos hijos, uno de ellos un bebé, sin bajar el ritmo profesional y personal que hasta entonces llevaba se me hizo imposible. Y ahí fue cuando comencé a aprender a organizarme además de aplicar en mi día a día la premisa de no ponerme metas.
Parto de la base de que tengo la suerte de trabajar desde casa, sin horarios y con unas pautas de trabajo que yo misma me marco. Además, puedo contar con la ayuda de los abuelos casi siempre que lo necesito y mi Mayor ya tiene una edad en la que se hace muy sencillo compaginar ciertas obligaciones con su cuidado. P
ero aún así me gustaría compartir con vosotros algunos trucos y consejos que han conseguido que aprenda a organizarme mejor:
- Aprovechar el tiempo cuando el bebé duerme
Es importante saber aprovechar las horas en las que el niño duerme para trabajar o hacer aquellas tareas que no podrías hacer con el bebé despierto. Está fenomenal eso que te dicen de aprovechar para dormir cuando el bebé duerme, pero creo que eso solo es aplicable con el primer hijo ya que no tienes otra cosa de la que ocuparte más que de él y de tí.
Cuando eres madre de dos, el trabajo se multiplica y las necesidades y ritmos de los hijos suelen ser muy distintas (a no ser que la diferencia de edad entre ellos sea mínima), por lo que se hace imposible aplicar la premisa del descanso.
Por otro lado, tengo la inmensa suerte de que mi hija duerme 12-13 horas seguidas por las noches por lo que el descanso nocturno de toda la familia está asegurado. Así que en los ratos diurnos en los que Pulguita duerme, aprovechando que mi Mayor está en el cole, pongo al día el blog o adelanto trabajo, y cuando era más pequeñita aprovechaba sus tomas o desvelos nocturnos para hacer todas esas cosas.
- Comprar online
Hacer la compra online es un gran método de ahorro de tiempo que sin duda recomiendo. Prácticamente cualquier supermercado da la opción de comprar vía online, y aunque generalmente hay que pagar un plus por este servicio, la cuenta final acaba siendo incluso más económica que si se compra físicamente, ya que se evitan muchas compras por impulso.
En muchos supermercados online además, dan la opción de almacenar el ticket de tu última compra, de manera que cuando inicias una nueva sesión puedes recuperar el antiguo ticket y cargar de forma más rápida muchos productos que habitualmente tiendes a llevarte.
La carne, fruta y pescado lo compro en tiendas de confianza donde ya me conocen y sólo tengo que descolgar el teléfono para hacer el pedido, ahorrándome el viaje, las colas y el tener que empaquetar luego los productos ya que me lo preparan y envuelven a mi gusto.
Yo suelo hacer una o dos compras mensuales porque tengo un arcón congelador que utilizo mucho y que, si hay espacio en casa, recomiendo que se compre porque es una estupenda inversión.
- Cocinar una vez a la semana
Cocinar es una tarea en la que se va muchísimo tiempo diario así que en casa hemos decidido cocinar tan sólo una vez a la semana. Los domingos por la tarde, el horno y los cuatro fuegos trabajan a pleno rendimiento haciendo toda clase de guisos, potajes y recetas que almacenamos en tuppers y etiquetamos para las comidas y cenas de toda la semana.
- Ayuda externa para tareas domésticas
Hasta que nació Pulguita, mi marido y yo nos encargábamos de la casa y nos repartíamos las tareas los fines de semana o yo hacía lo que podía entre semana y dejaba “lo gordo” para el sábado o domingo. Pero cuando nació mi hija este modelo se hizo insostenible porque el tiempo se reduce considerablemente para lograr mantener el orden y la limpieza de una casa tan grande como la mía.
Así que tras muchas vueltas y muchas cuentas a fin de mes, decidimos contar con el apoyo de una persona para estas tareas. A nosotros nos ha supuesto un sacrificio económico grande pero sin duda he ganado en salud, tranquilidad y tiempo para estar con mi familia y soy de la opinión de que eso, a la larga, no se paga con dinero.
Es cierto que no siempre se puede y de hecho ha habido periodos en los que he tenido que prescindir de esta ayuda, pero los meses que sí puedo contar con ella lo aprovecho y disfruto muchísimo.
Confieso que me ha costado muchos años aprender a delegar en otras personas el cuidado de mis hijos.
Cuando mi Mayor era hijo único iba con él a todos los lados, ya fuera a comprar, al médico, a tomar un café con amigas o incluso a mis clases de Pilates. Me costaba mucho dejarle al cuidado de otras personas cuando consideraba que la tarea que tenía que hacer podía hacerla sin que él me supusiera ningún estorbo, y eso era prácticamente siempre.
Pero cuando te conviertes en bimadre de nuevo todo cambia y ya no es tan sencillo estar acompañada de dos peques para hacer según qué cosas. Así que he tenido que empezar a delegar y aunque ha sido difícil al principio, confieso que ciertas cosas como ir de compras o a la peluquería, se disfrutan mucho más sola 😉
Nunca he sido muy amante de los horarios y las rutinas y de hecho he hablado en alguna ocasión sobre ello. Sin embargo, la experiencia me ha demostrado que lo que vale con un hijo ya no vale con dos o con tres y por mucho que me pese he tenido que establecer en casa unos horarios bastante férreos que, sin embargo, son los que me ayudan a llegar cuerda al final del día.
Mis hijos a las 20:30 horas están en la cama. Eso implica adelantar la hora de la merienda o del baño y no poder excederme en tiempo de parques o juegos. Y no lo hago sólo por mí sino sobre todo por ellos, ya que pasada cierta hora se vuelven irascibles a causa del cansancio; les cuesta cenar e incluso a veces conciliar el sueño. Así que llegué a la conclusión de que una rutina diaria con horarios fijos nos hace más feliz a todos, me ayuda a controlar el tiempo y a poder disfrutar del final del día con tranquilidad y descansada.
- Dar a los hijos autonomía
Mi Mayor tiene casi seis años pero desde hace ya varios años es un niño completamente autónomo e independiente. Se lava los dientes solo, se peina y viste solo, elige él mismo su ropa e incluso se ducha solo. Es cierto que por su carácter y forma de ser ha sido fácil fomentar en él esta autonomía pero siempre he sido de la opinión de que a los hijos hay que darles “alas” para que, dentro de sus posibilidades, vuelen solos cuanto antes en ciertos aspectos de su día a día.
De momento Pulguita es muy pequeña aún, pero si algo hemos hecho con ella casi desde el inicio es darle plena autonomía con la comida así como integrarla en las comidas familiares. El practicar BLW me ha ayudado mucho en muchísimos aspectos pero este es sin duda el que más valoro.
Con 13 meses recién cumplidos mi niña come en la mesa con toda la familia, lo mismo que comemos todos y manejando los cubiertos y el vaso bastante bien. Considero que esto es algo buenísimo para ella porque fomenta su independencia, pero también lo es para nosotros porque todos llevamos el mismo horario de comidas y me ahorro mucho tiempo cocinando un único plato para todos en vez de andar preparando otro tipo de comidas para ella.
Estas son las pautas diarias que sigo para tratar de organizarme lo mejor posible y de momento me está dando resultado pues tras acostar a los dos peques aún me queda tiempo para mí y mi marido, para relajarme ante la tv o un libro e irme a dormir a una hora muy prudente. ¡Ojalá con la llegada del tercero todo siga siendo igual de fácil!
Yo soy un desastre de organización y rutinas, pierfdo mucho tiempo redes sociales y desgraciadamente no en el blog, a ver si leyendos me mentalizo
Ánimo! Todo es cuestión de proponérselo. Por supuesto que cuesta, pero luego se adquiere el hábito y va todo sobre ruedas 😉
Mmmmm,muy interesante pero yo no puedo aplicar casi nada :(.
Lo de aprovechar cuando duerme si, pero duerme tannn poco. Si durmiera 12-13 horas me sobraría tiempo para todo.
Peluchin autonomía está en fase de cada vez menos, ahora le da miedo estar ” solito” ( tema celos).
Aixxxxx, algún día mejoraremos digo yo.
Lo que peor llevé en su día fue el delegar, pero si es cierto que bien organizadas se pueden hacer un montón de cosas, y ya si cuentas con ayuda, ni te cuento. Los bebés son una bendición, pero también necesitan su tiempo.
Besos especiales.
Ay amiga! Es que delegar cuesta muchísimo. A mí al menos no me parece nada fácil dejar a mi hijo (y más siendo bebé) al cuidado de alguien que no sea su padres y marcharme sin más a hacer otras cosas. Mi mente no para de dar vueltas y no me siento cómoda. Pero cuando vences esa barrera la verdad es que es una ayuda 🙂
Lo de contratar a alguien que se ocupe de nuestras tareas domésticas, aunque es caro, es el sueño del papá de mi bichilla. Pero a mí me da cargo de conciencia estar todo el día en casa y no hacerlas yo. Total, que por falta de tiempo de ambos al final muchas se quedan para el fin de semana y nos los pasamos entre limpieza y cocina. ¡Esto no es vida!
Hola, madreaventura!! Me encanta tu blog y te felicito por el tercer hijito en camino!!!! Ahora sì que la aventura va a ser cada vez más divertida… 🙂
Yo también tengo tres hijos, el mayor de siete años… la del medio, de tres y medio, casi cuatro! Y el pequeñito que está a pocos días de cumplir su primer añito.
Estoy embobada y feliz con los tres, yo trabajo mucho también como tú, soy periodista y traductora, pero puedo manejar mis tiempos, y eso es una gran bendición. Tuve que aprender a delegar y a saber que con los dos pequeños nada será como con el primero, pero que han ganado la enorme bendición de venir al mundo con un hermano como regalo. Verlos cada día es un espectáculo único, y si bien pelean mucho, también se aman infinitamente.
Te deseo lo mejor!!! Mi blog está muy desactualizado, no tengo tiempo de reactivarlo, pero te sigo por aquí! Y si quieres leer algo de mi historia, puedes pasar por allí… beso grande!
Hola! Muchísimas gracias por pasarte por mi blog y escribirme. ¡Y gracias por tus bonitas palabras!
Enhorabuena a tí también por tu preciosa familia y por supuesto que me pasaré por tu blog a echar un vistazo porque seguro que puedo encontrar muchos consejos de trimadre que me vendrán fenomenal 😉
Pues muy buenos consejos!!
Me gustan mucho algunos como BLW. Nosotros también lo hicimos en casa, y a parte de los días de estres de “hoy no ha comido nada!!!” no hay ninguno más por tener que darle la comida o pelearse porque no come.jijiji!!!
Me encanta lo que propones, porque organizarse es fundamental no solo por buscar “ese tiempo” sino por salud mental.
Un beso enorme!
Cuando tengas tiempo, ¡pásate por mi blog!
Lo mejor en estos casos es una niñera por horas. El tiempo que los niños están con las niñeras es muy valioso y más si se trabaja en casa. No debemos sentirnos mal por delegar, es importante para nuestros niños y para nosotros mismos .
Totalmente identificada con todo lo que escribiste aqui. Me have sent it memos sola en mi Estado de Madre de 2 hombrecitos.
Muchas gracias! Me alegra que te haya sido de utilidad.