Hasta que no nació mi tercer hijo no tuve conocimiento de lo que era una bronquiolitis. Había oído hablar de ello de pasada, en la blogosfera o a través de alguna conocida que me comentó en alguna ocasión que su hijo lo había padecido. Pero no sabía con certeza lo que era ni a qué se enfrenaban los bebés que lo sufrían.
Con la primera bajada fuerte de temperaturas, coincidiendo con los últimos coletazos del otoño, mi Mayor se resfrió. Cuatro toses, dos achús y un par de días de congestión nasal. No hubo fiebre, ni malestar, ni faltó al cole por ello, pero en casa nos dejó un bonito virus que fue pasando de cuerpo en cuerpo hasta que le llegó el turno a mi bebé, que por aquel entonces tenía 3 meses de vida.
Tras dos semanas de congestión nasal que no mejoraba, comenzó la tos. Al principio era leve, pero en cuestión de horas comenzó a hacerse más notable, con ataques que no le dejaban respirar y que fue derivando en dificultad respiratoria.
Desde que comenzó con síntomas catarrales, su pediatra le estuvo vigilando y nos citaba a consulta cada día o cada dos días para hacer un seguimiento de su evolución. Pero cuando la situación empeoró, ocurrió de manera tan rápida que no quise esperar al día siguiente para llevarle a consulta y me le llevé a urgencias.
¿Qué síntomas de bronquiolitis tenía mi bebé?
- Fiebre alta,
- Tos,
- Congestión,
- Sibilancias
- Dificultad respiratoria: en un bebé se puede apreciar si aletea mucho la nariz, hunde el diafragma y se le marcan las costillas
- Llanto que no cesa, nerviosismo o decaimiento
- Inapetencia
El cuadro que presentaba mi bebé era el típico de una bronquiolitis. Los médicos decidieron hacerle un estudio de virus para comprobar si la bronquiolitis que padecía estaba provocada por el virus VRS, el mayor responsable de esta enfermedad en menores de 2 años.
¿Cómo se hace un estudio de virus?
La única forma de saber si el virus VRS estaba detrás de la bronquiolitis que padecía mi bebé era mediante la obtención de una muestra del flujo nasal. Este examen es rápido y consiste en introducir unas gomas largas por la naricita del bebé y aspirar para lograr el moco que luego analizan en laboratorio. No debe ser una prueba agradable, porque mi Pequeño lloró bastante, pero enseguida le puse al pecho y se calmó.
Bronquiolitis por VRS
La bronquiolitis es una inflamación de los bronquiolos, unas diminutas ramificaciones de los bronquios que al inflamarse a causa de la infección impiden el paso del aire. Son varios los virus capaces de provocar una bronquiolitis pero el más común, como he comentado antes, es el VRS.
Desconozco si los otros virus susceptibles de provocar esta enfermedad pueden llegar a ser igual de puñeteros que este, pero lo cierto es que el VRS es un virus resistente, de fácil propagación y primera causa de ingreso hospitalario de lactantes menores de 1 año.
¿Cómo afecta el virus VRS?
Este virus respiratorio es bastante común, se da a finales de otoño y principios de invierno. Se calcula que el 75% de los menores de 1 año entra en contacto con él, y a los 2 años lo han hecho el 100% de los niños.
Afecta a bebés, niños y adultos, pero las consecuencias varían mucho en función de la edad del paciente.
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- En adultos y niños por encima de los dos años provoca un simple resfriado que incluso podría pasar desapercibido.
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- En los niños menores de 1 año este virus puede provocar problemas respiratorios ya que sus bronquiolos son muy pequeñitos y se inflaman muy rápidamente, dificultando la entrada del aire y provocando la conocida bronquiolitis.
Pero la población de mayor riesgo (dejando aparte a los ancianos, bebés prematuros y niños y adultos con problemas crónicos de salud) son los bebés menores de 6 meses.
Tratamiento contra la bronquiolitis
Al tratarse de un virus no se puede combatir con antibióticos por lo que poco podemos hacer más que esperar a que nuestro cuerpo lo elimine. Si no provoca complicaciones, se indica reposo, hidratación, humedad en el ambiente, lavados nasales y ventolín si es necesario (que hay que administrar con cámara espaciadora). Si el niño tiene fiebre o malestar, se le pautan antitérmicos.
Pero en casos graves o en bebés por debajo de los tres meses puede ser necesaria la hospitalización con oxígeno e hidratación intravenosa ya que debido a la congestión los bebés suelen tener muchas dificultades para alimentarse.
¿Qué complicaciones puede presentar una bronquiolitis?
En raras ocasiones, la bronquiolitis bien tratada deriva en problemas respiratorios más graves o en neumonía. Pero se dice que los bebés que contraen el VRS en sus primeros meses de vida tienen un mayor riesgo de padecer asma en un futuro.
En nuestro caso, además, nos dijeron que lo más probable era que cualquier infección respiratoria que mi bebé contrajera en sus dos primeros años de vida acabara derivándole en broncoespasmos.
“Es una pesadilla” – me decía una mamá con la que compartí sala de urgencias por la misma causa – “Mi hijo mayor lo padeció y durante dos años, los ingresos hospitalarios por esta causa fueron recurrentes. Pero llega un día en que todo mejora como por arte de magia”.
Y en este camino nos encontramos ahora.
Su primera bronquiolitis fue con 3 meses (diciembre) y requirió ingreso con oxígeno y suero.
La segunda fue con 6 meses (marzo) y estuvo ocasionada por el virus de la gripe. Fue larga y latosa pero no requirió hospitalización.
La tercera bronquiolitis la contrajo con 14 meses (octubre) y estuvo al borde del ingreso. Una noche entera en observación de urgencias.
La cuarta tuvo lugar dos meses después, con 16 meses, y requirió de hospitalización y oxígeno.
¿Conoces lo que es una bronquiolitis? ¿Tu bebé ha tenido la mala suerte de vivir también esta experiencia?
Más información:
http://www.neumoped.org/senp_bronquiolitis.htm
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000975.htm
http://kidshealth.org/es/parents/bronchiolitis-esp.html?WT.ac=ctg
Hola,
Sé lo duro que es en un bebé tan pequeño. A nosotros nos ingresaron la niña (prematura de 35 semanas) con 1 mes y 10 días. Por suerte no le subió la fiebre y sólo estuvimos tres días ingresados con oxígeno.
Es sorprendente lo valientes que son estos peques. Ánimos!