Cuando estaba embarazada de Pulguita no tenía ningún tipo de preferencia por el sexo del bebé y no me gustaba que la gente diera por sentado que, teniendo ya un varón, prefería una niña. De hecho, estaba tan feliz con mi hombrecito que cuando me visualizaba con otro recién nacido en brazos no podía imaginarme más que otro niño.
Cuando en la eco morfológica nos confirmaron que esperábamos una niña sentí una cierta decepción, por llamarlo de algún modo. No porque no quisiera ese sexo sino porque en mi cabeza había visualizado tanto la imagen de un nuevo bebé niño que me llevó algunos días digerir la noticia. A mi marido en cambio le llevó meses. Él ahora lo niega pero en su momento, al recibir la noticia, su cara fue un auténtico poema. Creo que se sintió tan “perdido” sobre cómo proceder con una niña que el corazón se le subió a la garganta durante una larga temporada –¡quién me iba a mí a decir que acabaría tan embobado y ensimismado con la delicadeza de su muñeca! ;-)-
Imagino que a medida que Pulguita vaya creciendo iremos viendo lo diferente que es criar a un niño y a una niña en ciertos aspectos pero a día de hoy, con 12 meses recién estrenados, las diferencias que observo son anecdóticas, superficiales y básicamente centradas en el plano estético.
Y es que, haciendo alusión al título del blog, diré que el “universo niña” ¡es toda una aventura!. Jamás pensé que disfrutaría tanto, pero tanto, tanto de criar a un bebé niña. La sola idea de ir a comprarle ropa me maravilla. Hay tanto donde elegir, tanta variedad, tantos estilos y colores que es para volverse loca (aunque en el buen sentido porque lo disfruto muchísimo).
Siempre me he quejado de la poca diversidad de ropa que hay para los chicos y es que cuando entras a una tienda y tan sólo encuentras un triste perchero y dos baldas con ropa dan ganas de ponerse a llorar. Pero las niñas tienen ropa y accesorios diversos, tantos que como te descuides comprando necesitará tres infancias para poder ponérselo todo.
Yo soy bastante ecléctica en el vestuario de Pulguita y salvo los trajes de punto, enaguas, cancanes, volantes y capotas –de los que huyo espantada- mi hija tiene ropa muy diversa. Tan pronto lleva un vestido con sus lazos, leotardos y braguitas a juego como un vaquero, un chándal, un peto o unas mallas con una camiseta divertida. Esta combinación de prendas, estilos y colores no es posible en un niño pues, al menos desde mi experiencia o le vestía con un marcado estilo hippie o me tenía que ir al extremo principesco y ninguno de los dos me gustaba. Recuerdo lo mucho que me costaba encontrar ropa para mi hijo cuando era un bebé con la que me sintiera identificada, que resultara alegre – sin ser estridente- y que me permitiera salir de los clásicos y aburridos colores azul o beige. Me costaba encontrar un término medio al menos en la ropa de bebé porque, por suerte, a medida que van creciendo el abanico se amplía.
Pero con Pulguita es todo muy diferente y confieso que me apasiona el momento de cambiarle de ropa para salir a la calle o ir a visitar alguien. Es divertido conjuntarla, mirar y remirar lo bonita que va, probar diversos peinados –porque además tiene un melenón que admite casi todo tipo de peinados y accesorios- y, sobre todo, ver la cara del papi cuando le toca a él vestirla y peinarla 😉
ay como te entiendo, yo queria un niño y me dijeron que era un niño, cuando a las 20 semanas me dijeron que era niña me costo mucho, muchisimo aceptarlo uff.. y si, en cuanto tema ropa hay mucha diferencia, para niña hay mucho pero para niño poquisimo. un besito
Es que cuando tienes una idea en la cabeza parece que cuesta luego deshacerla y volver a hacerte otra distinta. Yo no es que tuviera preferencia por un niño pero sí que me visualizaba con otro nene, no me preguntes el motivo. Me pasa igual en este tercer embarazo: sólo me veo con un chico
Con niña hay un millón de opciones pero tiene su riesgo… ¡el de volverte loca comprando! 😉
¡Y tanto que sí!
Ay, cómo te entiendo con lo de la ropa, yo también me quejo de eso. Un par de columnas de niño y toooodo el resto de tienda de niñas 🙁
Un saludo!
Ya ves! Y ya no sólo es que haya poca ropa sino encima poca variedad de colores y muy monótono el estilo 🙁