Hoy os traigo una reflexión preciosa de una mamá cualquiera. Puede ser tu vecina de al lado, la madre amable que te encuentras en el parque o aquélla con la que entablas especial amistad en la reunión de padres del colegio. Así es Raquel. Una mamá corriente de dos preciosos niños que forma parte, aunque en la sombra, de la tribu 2.0 que todas hemos creado. Y digo en la sombra porque ella no es bloguera pero sí es ávida lectora de muchos de nuestros blogs y fiel comentarista. Hoy le cedo mi espacio para que comparta con nosotros unas bellas palabras que seguro te arrancarán una sonrisa de felicidad bañada en algo de melancolía.
Volver a ser niño a través de los ojos de los míos.
Hace un par de domingos, papá se levantó prontito y fue a por churros para desayunar, y entre el chocolate y el periódico apareció el DVD: “Oliver y Benji: Capitán Tsubasa”. Y aunque lo primero que dijo fue “es que es para el niño…”, a los cinco minutos esos dos jugadores de ojos grandes tenían hipnotizados al hijo y al padre.
Me acordé entonces de la Abeja Maya, de David el Gnomo, del columpio de media luna que había cerca de mi casa, de las meriendas de “pan, aceite y azúcar”, de los disfraces hechos con la sábana… de tantas y tantas cosas que yo saboreé a la edad de mi niño y que me dejaron un gustillo muy dulce a felicidad.
Quizá ese es el único secreto: que todos los recuerdos de mi infancia son felices y siempre se me escapa una sonrisa que hace asomar el espíritu de niña que llevo dentro.Reconozco que esa “cierta obsesión” por que mis hijos sepan lo “increíble” que era todo aquéllo no es solo cosa de mi marido, somos los dos los que nos emocionamos cuando oímos “mi amigo Félix…”
En casa, los Cantajuegos conviven con Parchís y un Bob Esponja de medio metro duerme de la mano de Espinete.Y dejando a un lado los muñecos, los juegos, las pelis y canciones, sonrío más aún cuando hacemos planes el viernes por la tarde y me invaden recuerdos de felicidad anticipada ante un fin de semana por delante con papá y mamá. También me viene a la mente alguna que otra tarde fría y lluviosa sintiéndola calentita y protegida desde casa. Y las manos de mi mamá que me acariciaban la cara aquella vez que estaba malita.
Ahora las caricias son mías, y el calorcito en casa está en mis manos, en nuestras manos. Y hago todo lo posible por que mis hijos, cuando tengan mi edad, vuelvan a sentir los recuerdos felices de su infancia, igual que ellos ahora me hacen revivir los míos.
Este espacio ha sido creado para vosotros, mi tribu 2.0 que tantas cosas buenas me ha enseñado engrandeciendo, aún más si cabe, lo hermoso que es ser madre. A través de esta sección os cedo mi casa para que expongáis vuestra visión de la maternidad, los temas que os preocupan o nos deis una lección de aquellos que domináis. No voy a condicionar vuestras opiniones mediante una entrevista sino que simplemente me haré eco de los artículos que os apetezca mandarme.
Foto de portada | Pixabay
Una entrada preciosa Raquel, en la que yo también me he trasladado a mi infancia, cuantos recuerdos… (me quedo con los buenos).
A mi también me gustaría que mi hija que mi hija disfrute su infancia, porque para eso está, para descubrir y jugar, y nosotros juntos a ella.
Un abrazo
Siempre que sean buenos recuerdos, no está mal trasladarse un ratito a la infancia, verdad? Aunque con peques en casa, la infancia nunca se va!
Gracias y un abrazo, Carol!
Qué bonito! Me he emocionado leyendo! Yo también tengo grandes recuerdos de infancia y espero que mi hija también los tenga. Un abrazo!
Gracias, Ira. Seguro que tu hija también se emociona cuando lea lo que tú escribiste un día sobre ella…un abrazo!
Que bonito, sin palabras.
Gracias, Gallaecia. Un abrazo.
Gracias, Ira. Seguro que tu hija también se emociona cuando lea lo que tú escribiste un día sobre ella…un abrazo!
Me ha encantado! qué bonita reflexión Raquel….y tanto que me has arrancado una sonrisa porque tus recuerdos son los mios…..
Un beso enorme: Tu hermana
Gracias Estre, aunque arrancarte a ti una sonrisa no tiene mérito, que te salen solas 😉 un besazo!
¿Qué habría sido de nosotros sin Verano Azul, el juego de las tinieblas… y las mediasnoches con mantequilla?? Por eso me alegra que todavía algunos “papás y mamás” se esfuercen en transmitir todas esas cosas que nos hicieron felices un día y seguro, que a nuestros hijos también lo harán. Más allá de la era 2.0; de las consolas, juegos online y mp4s… que muchas veces nos hacen la vida más fácil pero nos quitan de cantar todos juntos y con la voz en grito “del barco de chanquete no nos moveraaaaaaaaaaaán!!!”. Gracias por este trocito del ayer… y de hoy!
Bueno, cada época tiene lo suyo, y en ésta que es la suya, también hay cosas que seguro que recordarán! gracias a ti!
Una entrada preciosa. Yo también siento lo mismo. Quiero que mis hijos piensen que tuvieron una infancia feliz cuando vuelvan la vista atrás.
Gracias por tus palabras, Dácil, un abrazo!
cuando sea mami quiero ser como tuuuuuu!!!
me ha encantado tu post! deberías plantearte abrirte un blog contándonos tus planes de los viernes y otras aventuras. Seguro que enganchas a más de un lector!! me ha encantado. Un besitoo
jajaaa gracias luchi pero seguro que yo no soy mejor “mami” de lo que lo serás tú! me alegro de que te haya gustado, y sí, claro que me he planteado crear un blog, pero eso hay que cuidarlo, y el listón de mami-blogueras está muy pero que muy alto, como podrás ver por aqui, así que mejor lo dejo cuando pongan una cuantas horas más al día o me salgan otro par de brazos, que ahora mismo no doy para más…..un beso!
Gracias Raquel, yo también me he emocionado. Besos.
gracias a ti mamá 😉 muuuuaaaa
Gracias Silvia por cederme un trocito de tu casa, ha sido un honor formar parte de tu blog, un beso!
Raquel, muchísimas gracias por participar en mi sección. Me ha encantado tenerte como invitada en mi casa porque creo que tus palabras y tu reflexión han movido los corazoncitos de todos los que lo hemos leído. ¡Gracias por ser así!
Un besito linda
Raquel, me has emocionado mucho, me has hecho revivir la infancia con tus palabras.
Es verdad, yo también intento transmitir lo mismo que yo sentí a mi hija…y que el día de mañana recuerde su infancia como hoy recuerdo yo la mia.
Un besazo, me encantó tu post.
Gracias, Paris! Esos recuerdos son un tesoro, verdad? Me alegro de que te gustara, y también de haberte hecho revivir cosas bonitas, un beso!
Qué hermoso Raquel!!! yo siempre que estoy en clase con mis niños quiero recordar esos momentos de mi infancia y también en los que ellos y otros pequeños forman parte. un beso fuerte!!! ;D
Hola, Jesús! tú tienes la suerte de estar en ese “agujerito” por el que todas las madres quisiéramos ver a nuestros niños en clase, y también de tener la infancia tan a mano…. has pensado alguna vez que quizás tú formes parte de los recuerdos de la infancia de alguno de esos niños?? yo siempre recordaré mi primera profe, y aunque me acuerdo de poquitas cosas, son algo especial para mi…. un beso!
Yo eso también lo he pensado alguna vez. Yo recuerdo a mi primera profe de la guardería con muchísimo cariño. Recuerdo que me abrazaba y me daba besitos cuando me quedaba llorando. Gracias a ella se me pasaba enseguida! 🙂