El otro día escuchaba a una madre decirle a otra lo bien que le iba a su bebé, cuando estaba resfriado, unas gotitas de esencia de eucalipto en el humidificador. La otra mamá saltó enseguida diciendo que su pediatra le tenía totalmente prohibido emplear vapores de eucalipto cuando su hijo se acatarraba pues podía tener el efecto contrario y desencadenar una crisis asmática. Las dos madres se miraron confusas por las recomendaciones tan dispares de sus respectivos pediatras y ambas se quedaron dudando sobre qué sería lo realmente bueno para sus pequeños.
Estas situaciones, por desgracia, no son algo nuevo. A menudo se escuchan comentarios de remedios o medicinas que van bien a unos niños y que otros, en cambio, tienen prohibidos por sus médicos. Y yo me pregunto, ¿como es posible tanta disparidad en los criterios pediátricos?
El otro día llevé a mi hijo al Centro de Salud por la mañana. Estaba bastante acatarrado y con mucho moco espeso en el pecho y temía que pudiera agarrársele a los bronquios. Tras un reconocimiento muy completo su pediatra le mandó dos inhalaciones de ventolín antes de dormir para abrir los bronquios y favorecer un mejor descanso. Por lo demás no dio ninguna importancia al catarro del peque. Conforme fue pasando el día se fue congestionando más y apagando su carácter por lo que decidí volverle a llevar a la caída de la tarde. Su pediatra de siempre sólo atiende por las mañanas así que le llevé a otro médico y salí de la consulta con un cargamento de medicinas. Según este pediatra mi hijo tenía placas en la garganta y un principio de bronquitis: jarabe para la tos, antibiótico, antihistamínico, broncodilatadores… ¡No faltaba de nada!
Lógicamente dudé mucho en si darle toda aquella medicación pues me resultaba realmente inverosímil que con apenas unas horas de diferencia el diagnóstico y el tratamiento que le habían dado fuera tan dispar.
La pediatra habitual de mi hijo no es muy dada a mandar medicación. “Todo” lo cura con humidificadores, baños nasales, mucho líquido y si acaso un poquito de Apiretal. Pero ¿cómo es posible que si el niño estaba tan malito sólo me mandara dos inhalaciones de ventolín? ¿O es que el segundo pediatra “mató moscas a cañonazos” como se suele decir?
Nunca entenderé porqué hay tantos criterios opuestos, porqué algunos niños viven enganchados a las medicinas por cosas habituales de esta época del año y otros en cambio lo pasan a base de leche con miel. Como padres es lógico que busquemos el bienestar y la recuperación de nuestros hijos en el menor tiempo posible, pero ¿no conviene dejar actuar de vez en cuando libre y sabiamente al cuerpo humano?, y por otro lado ¿dónde ponemos el límite del empleo exclusivo de remedios caseros para paliar ciertas dolencias típicas?.
Este es un tema que me genera mucha controversia y del que siempre dudo y me pregunto si estaré haciendo lo correcto, tome el camino que tome.
Hola! Tras vivir en Holanda y Austria, mi percepcion es que en Espana hay una tendenciaa sobremedicar. Y mi sensacion, pero esto es Pues conjetura, es que esa es la via mas comoda y segura para los pediatras y medicos de cabecera, pero no necesariamente para el enfermo. In beso
Totalmente de acuerdo contigo. La inmensa mayoría de los médicos (ya no sólo pediatras) sobremedica en exceso pero cuando hay niños de por medio esta práctica puede traer fatales consecuencias
Yo tampoco entiendo esa diferencia de criterios entre unos y otros. Y de hecho es algo que me molesta.
Mi hija no ha tomado en contadas ocasiones otra cosa que no sea apiretal o dalsy. Tampoco la hemos llevado al médico a no ser que viésemos que estaba mal. Es decir, como se que si no llevan mas de tres días con fiebre no te hacen nada, pues hasta el tercer día no vamos (ya se le ha pasado antes), a no ser que le suba muchísimo o la veamos mal, que tampoco ha sido el caso. Si tiene comos pues mucho líquido. Es verdad que no nos hemos encontrado con nada grave, y espero que sigamos así.
Nosotros hacemos lo mismo, no me gusta ir al médico y sólo voy cuando veo que mis remedios no son suficientes.
Pero lo que es verdad es que esa disparidad de criterios no debería existir. ¿Acaso la medicina no es una ciencia exacta?
Un abrazo
Yo reconozco que soy bastante alarmista con el peque. Será porque no estoy acostumbrada a que enferme (¡gracias a Dios y espero que así siga siendo!), pero cuando coge alguna cosita me preocupo en exceso y en vez de observar el curso de la enfermedad ya estoy llevándole a su pediatra para buscar remedio.
¡Una es así, qué le voy a hacer! 😉
Es muy cierta esa diferencia de criterios que yo jamás podré entender en la vida. Como dices muchas veces sales con más dudas de las que llevabas. Yo estos casos más o menos ya lo llevo claro, todo natural en un principio y si eso no va ya sí pasamos a medicación. Hay que tener mucho cuidado con estar medicando a los niños, muchas veces innecesariamente, pero cuando lo natural no funciona obvio no podemos quedarnos mirando. Si te sirve de ayuda y quieres probar, el agua guisada de cebolla con dos cucharadas de zumo de limón y un poquito de azúcar es un buen expectorante para estos casos. Es algo natural, que no daña nada y al menos en mi casa es mano de santo, aunque es cierto que tiene mal sabor y es difícil que tan pequeño lo tome.
¡Zu, eso que cuentas tiene pinta de saber a rayos! Puaggg! Jajajaja! Con lo mala enferma que soy yo y lo mala tomadora creo que ni con embudo me lo tomaría 🙂
De todos modos gracias por el consejo. Siempre es bueno poder recurrir a buenos remedios caseros antes que a medicinas, desde luego!
Que tiempo llevaba sin venir por aquí, una se enreda en la red que es infinita, pero me alegra volver a mis primeras andadas.
A mi me ha pasado algo parecido a esto, pero con el tema del biberón. Mi pediatra habitual, decía que me lo tomara con calma, que ya la niña lo dejaría.
Lo trasladan y la pediatra que ahora tenemos casi me quema en una hoguera por darle a mi hija de tres años la leche por las noches en el bibe.
Yo me quedé un poco consternada, se supone que han estudiado lo mismo y en estos casos, una cosas es o no es, no se puede tener tanto “meneo” de opiniones o recomendaciones, que al final nos confunden a nosotras las personas o los profesionales que son los que deben arrojar luz a nuestras dudas.
Por otro lado y volviendo al tema de tu post, el asunto de los remedios caseros es un debate que me temo que existe desde que el hombre es hombre. A unas les va bien esto, a otras lo otro… Y una cuando se ve en el problema y más con la opinión de los profesionales en medio de esto no sabe ni que pensar. Vivimos en un pueblo pequeño y los médicos de aquí son muy dados al uso de los “consejitos extraconsulta” lo que empeora más el tema.
Al final acabamos haciendo lo que nos diga nuestra madre o una amiga de confianza y utilizando el método que mejor nos vaya en cada situación.
Michele, entiendo tu preocupación. Tengo una amiga a la que le ocurrió exactamente lo mismo con el tema del chupete y es desesperante esa diferencia tan bestial de criterios que nos alarman e incomodan.
Yo soy partidaria de los remedios caseros hasta un cierto punto y sin perder la perspectiva. Quizá soy de las que dejo poco margen de tiempo para ver si los remedios naturales son eficaces porque me inquieta que la enfermedad pueda avanzar o empeorar por “perder tiempo” en temas naturales que no la solucionan. Pero desde luego que para cosas banales y siempre que sean eficaces, sí apoyo los remedios naturales antes que las medicinas
Yo pienso igual que tu y me da mucha rabia que no haya un criterio único.
Al final tienes que hacer un remix y fiarte un povo de tu instinto porque si consultas a mas de un médico vas a salir hecha un mar de dudas
En mi caso, nuestro pediatra es también homeópata y quiero pensar que cuando le ha mandado algo es lo mas natural posible, estamos muy contentos y siempre nos ha dado buenos resultados el llevarle a consulta con algún problema.
Eso si, si ya analizas la sanidad pública y la privada es otra comedura de tarro mas
Un abrazo
Eso es! Al final lo que prima es el sentido común y nuestro instinto, pero cuantas veces nos preguntamos si haremos o no lo correcto…
Hola!. Hoy te voy a desvelar un secreto… “Cada maestrillo tiene su librillo”. además de todo ésto hay un consenso pediátrico, hay protocolos de actuación, está en España la Asociación Española de Pediatría. Unos pediatras siguen a pies puntillas todo lo que ahí se publica y otros no tanto. Los criterios dispares son muy habituales en el campo de la Sanidad, ya que los hay que están más de acuerdo y los que están menos de acuerdo. Pasa hasta en las mejores familias. Por desgracia, en relación a la gravedad de los peques, la enfermedad tiene una evolución natural, y es muy frecuente que el niño esté regular cuando lo llevas al pediatra y que a las tres horas esté en 39 de fiebre ¿porqué? pues porque la enfermedad evoluciona y antes de ” matar moscas a cañonazos ” con una batería ingente de medicación hay que verle la cara a la enfermedad, ver qué camino toma.
En todas las profesiones hay diferencia de criterios, siempre, pero en Sanidad nos alarma más.
Un fuerte abrazo y enhorabuena por tu post, es bueno preguntarse el porqué de las cosas.
Eso que dices es cierto pero cuando hablamos de márgenes tan pequeños de tiempo me cuesta mucho creer que de pronto hayan aparecido placas, bronquitis y un montón de -itis mas… ¿No es exagerado?
Pero cuanta razón!!!! Yo tampoco lo lograré entender nunca. No soy de darles muchos medicamentos a mis hijos ni de ir al médico cada dos por tres… hay quien lo hace y es totalmente respetable (hay gente más aprensiva que otra y es normal que se preocupen por sus peques). Pero yo espero a ver si por sí mismo se recupera… y ya si no veo mejoría, sí acudo al pediatra. Como bien comentas, las diferencias entre tu pediatra de la mañana y el de la tarde, a mí me pasa exactamente lo mismo… la mia no receta nada salvo un poco de apiretal y el ventolín como mucho…creo que a día de hoy nunca me ha recetado un antibiótico o antihistamínico… sin embargo, si he acudido por la tarde o me he ido de urgencias al hospital, sí lo han hecho, así que no entiendo cómo puede cambiar tanto un diagnóstico en cuestión de horas.
Yo lo del eucaliptus me lo ha recomendado mi pediatra pero con una olla de agua hirviendo, en cambio no es partidaria de humidificadores… en fin, que no hay quien se aclare. Un besito
Yo siempre trato de ir a su pediatra de por la mañana y si por la tarde enferma me suelo esperar al día siguiente para llevarle. El problema es que soy una agobiada con la noche y cuando le veo malito y encima con fiebre alta me entra el agobio de que la noche pueda ser peor y “peco” y acabo llevándola a la sustituta de la tarde que es la antítesis de la mañana.
Como bien dices, ¡no hay quien se aclare!
Ya sabes que uno de los servicios de nuestro Centro es la Fisioterapia Respiratoria y te entiendo perfectamente porque muchos papás llegan con unas recomendaciones que parecen verdadero cachondeo, sobre todo por esta época. Supongo que será un poco de todo, falta de reciclaje, intuiciones diferentes, curarse en salud…también es cierto que cada niño es un mundo y que lo que le viene genial a uno, al otro lo deja peor…Espero que tu peque vaya mejorando.
Besos.
La verdad es que le duró poco el catarro y aunque cumplí a rajatabla lo que me mandaron me quedó la inmensa duda de haberle sobremedicado esta vez. ¡Un rollo, la verdad!
Ay Dios mio, esto no hace más que recordarme mi último diagnostico sobre mi útero, como ya te había comentado (he de darte novedades, por cierto).
Pero es cierto que se tiende a sobremedicar a los peques, yo lo he vivido y lo vivo con los niños que se suelen poner malitos cada dos por tres.
Aunque también he de decir, que una vez en el autobús oí como una madre le decía a otra que no usaba medicamentos de farmaceutica, sino que usaba la homeopatía para curar las distintas cosas que iba cogiendo su hijo, y que tampoco lo había vacunado (no recuerdo si de todo o solo de algunas cosas). Que a su niño le daba no se qué gotas cuando estaba con 40º de fiebre. Salí horrorizada del autobus pensando en la pobre criatura pasandolo de pena con 40º de fiebre y la madre con unas gotas ‘denosequé’ y dandole baños de agua fría….
Con la homeopatía hay que tener mucho ojo. Conozco gente que usa homeopatía para todo, como dices, y al final han acabado en urgencias con unas bronquitis exageradas y a punto de ser hospitalizados por no haber atajado a tiempo el problema con medicación.
Yo no soy de extremos. Ni abogo por la medicina tradicional ni por la natural. Todo tiene que tener su equilibrio y desde luego no obsesionarse ni con una ni con otra.
Espero tus novedades!