
Cuando hago un repaso del último año de mi Mayor me doy cuenta lo muchísimo que ha cambiado. Ya no sólo físicamente –ha espigado y sus facciones van siendo ya las de un niño mayor- sino sobre todo en la forma de hablar, de expresarse y el cambio radical que han dado sus gustos.
Mi niño se ha convertido en un hombrecito dicharachero, ingenioso (con unos puntazos en las conversaciones que te dejan boquiabierto) y con un tipo de humor sarcástico que va perfeccionando con el tiempo.
Pero hay dos rasgos de su personalidad que se han perfilado mucho en los últimos meses y que denotan los importantes cambios que está viviendo:
- Por un lado está su inteligencia y destreza auditiva y visual que le permiten cazar al vuelo cualquier conversación (aun cuando parece que está totalmente ajeno a ella o incluso a varios metros de distancia) o detalle que a la inmensa mayoría de la gente se nos escaparía.
- Y por otro lado está su independencia. Si siempre he dicho que mi Mayor ha sido un niño muy autónomo e independiente para la edad que tenía, en los últimos meses esta independencia se ha afianzado mucho más. Si a ello le sumo su fuerte carácter y lo claras que parece tener las ideas a pesar de sus cinco años, a veces me da la sensación de estar conviviendo con un pequeño adulto.
En cuanto a sus gustos y aficiones quizá sea lo que más cambio ha experimentado. En casa ya no se ven dibujos animados sino películas infantiles o de ciencia ficción, y me sorprende cómo sigue perfectamente los guiones -a pesar de la complejidad de algunos por la cantidad de personajes o el giro de los diálogos- o se ríe con las gracias dirigidas más a un público adulto o juvenil que infantil.
Los peluches y cuadros infantiles de su habitación han sido sustituidos por construcciones de Lego de Star Wars y pósters de superhéroes y los cuentos clásicos que leíamos antes de dormir ahora son cómics de las Tortugas Ninja o guías de personajes de La Guerra de las Galaxias.
Y es que a escasos meses de acabar el ciclo de Infantil y entrar de lleno en Primaria me doy cuenta de lo muchísimo que está cambiando mi Mayor y yo estoy emocionada de acompañarle en esta nueva fase que promete ser tan intensa y divertida.
Que bonito verles pasar por todas esas etapaa! Tu peque ya es todo un chico grande, enhorabuena!
Y tanto que sí, maja! No me hago a la idea de lo rápido que ha pasado el tiempo. Este año cumplirá 6 añitos ya… Mamma mía!
Por si te sirve, en mi aula de 4 estan todos locos con tortugas ninja y frozen, que es lo unico que ven y a lo que juegan, y tienen unas antenas parabolicas como casas de grandes que yo a veces quedo alucinada. Crecen demasiado rapido!
Jajajaja! Mi hijo pasó por Frozen una temporada, pero eso de que salgan princesas no le molaba mucho. Él es más de acción 😉
Madre mía, si es que crecen y consumen etapas a toda velocidad. Te queda un poco de morriña al ver como van creciendo, pero a la vez, se siente mucho orgullo por verlos crecer así de bien.
Crecen rapidísimo, Marta. Seguro que estás viviendo lo mismo con tus dos princesas
Ay! Pues a mí me mata la preadolescencia. Entiendo lo que dices de que es una etapa que se abre nueva pero a veces me hacen falta kilos de paciencia que no sé si siempre tengo 🙁
Bueno, lo he llamado “per-adolescencia” porque no sabía bien cómo bautizarlo, pero vamos, con casi 6 años todavía son controlables. De aquí a 10 años ya te contaré, jajajaja
Me encanta ir viendo como crecen y como se notan esos cambios… aunque en el fondo da algo de penita…. hay que saber disfrutar de cada etapa y vivirla con la emoción de verles convertirse en adultos…. mi hija tiene cuatro años y ya en muchas cosas me da la sensación de tener un preadolescente. Un besote
Me imagino que con las niñas, que encima dicen que van más adelantadas en muchos aspectos, se notará antes.
A mí me encanta disfrutar de todas las etapas: ¡son maravillosas!
Tengo un hijo de 11 años y esta en plena pre-adolescencia, ya pasamos por la etapa de discovery kids, cartoon network, ahora estamos en nickelodeon, junto con YouTube y whatsapp. Es toda una aventura la maternidad, vas viendo como tu hijo va quemando todas sus etapas, va cambiando rápidamente, irremediablemente va creciendo y un día te encuentras discutiendo con el los temas más profundos, aveces te pregunta, pero otras te contradice, y resulta que tiene la razón. Ser madre es mágico, conlleva una gran responsabilidad pero también las mejores experiencias que se puedan vivir. Lo supera todo, incluso a tus mejores épocas, esas que recuerdas y atesoras y algunas vez pensaste que nada las superaría. Mi maternidad ha sido así, todo un remolino de emociones y episodios, desde el día que él nació. Hay que disfrutarlos al máximo, porque crecen tan pronto que incluso en estas etapas en las que parece que se va poniendo difícil, es nuestro amor y nuestra comprensión la que los guía y les da valor y seguridad. Un saludo para todas.
¡Qué bonito todo lo que cuentas!
Se hace duro ver cómo a veces se alejan por la propia edad, cómo ciertas etapas no son las que más nos gustan como padres pero a la vez es tan bonito verlos crecer, avanzar, forjar su propia personalidad…
Un abrazo!