Había una vez una princesa… (carta a mi niña en su tercer cumpleaños)
Érase una vez una princesa que vino al mundo en un frío día de invierno. Su belleza era tanta que sorprendía con sólo mirarla y su corazón, lleno de bondad, era capaz de derretir palacios de hielo. La pequeña princesita tenía el cabello largo y dorado como Rapunzel, verdes ojos como el mar y labios color carmín. Su tez era blanca, como su princesa de cuento favorita, y si algo le apasionaba era bailar, bailar y bailar como Cenicienta en el castillo. El paso del tiempo dotó a la princesa Bella de gran sensibilidad, carácter apasionado y un amor inmenso …