
El otro día regalaron al peque una caja de plastilina de la tienda Dideco. Se trata de una plastilina nueva que ha salido al mercado y que nada tiene que ver con la convencional que todos conocemos. Cuando la tocas tienes la sensación de estar amasando miga de pan, muy suave, esponjosa y fácilmente moldeable.
Viene en una caja con un set de formas geométricas, un cuchillo de plástico para cortar y un libro-guía de dibujos para copiar.
Esta plastilina es estupenda porque no mancha absolutamente nada. No es grasa y por más que los niños la restrieguen por alfombras, paredes o suelo no deja mancha. Hacer plastilina es uno de los entretenimientos preferidos del peque, pero a raíz del “bonito” mural de manos engrasadas que me dejó la última vez, decidí que no entraría más plastilina en casa. Esta, sin duda, ha sido una buena excepción.
Sin embargo, no todo puede ser perfecto y la nueva plastilina tiene dos pequeños fallos que tanto a él como a mí nos están sacando de quicio.
A él le cabrea, y mucho, que esta plastilina no se pegue y que no pueda ensamblar las figuras que hace por separado y componer así un muñeco. Debe aprender a jugar de forma diferente: haciendo figuras geométricas con las plantillas y no bolitas, palitos o muñecos como le gustaba hacer con la otra.
Por otro lado esta plastilina se desmenuza con mirarla. Es como si cogiéramos una barra de pan y comenzáramos a desmigarla. La tarea de unir en una sola bola las decenas de mini-trocitos que se quedan esparcidos por la mesa después de jugar es realmente agotadora y finalmente opto por recoger los trozos más diminutos con la aspiradora de manera que la plastilina, poco a poco, va desapareciendo.
Tampoco la recomiendo para niños más pequeños que el mío porque, como digo, tiene un tacto tan suave y esponjoso que dan ganas de darle un bocadito y aunque está libre de gluten (¡increíble que los fabricantes indiquen esto en las cajas!) no es el mejor de los alimentos 😉

no conozco esta marca en concreto pero sí conozco casi todas las otras marcas de plasti. Cuando yo era pequeña la de Play dohc ( o como se escriba) era una cosa así, además olía entre raro y agradable. En cuanto te despistabas no eras capaz de unir un trozo con otro, era como si el solo contacto con el aire la resecase.
Si encuentro alguna otra marca de plasti que te valga te avisaré!
Esta no es que se reseque es que de por sí es seca. No parece plastilina.
Sí, avísame si te enteras de alguna otra porque al peque le encanta y ésta no termina de convencerle por lo que te digo
Qué fuerte lo del gluten, jajajajjaa….se ve que más de uno se lo lleva a la boca….así que es todo un detallazo 😀
Yo con Vega la verdad que no jugamos mucho con la plasti….compré una vez una, en un chino, y a los dos días era piedra, un desastre la verdad!!!!
Un besote
Te digo que dan ganas de darle un bocadito porque tiene el mismo tacto que las nubes de algodón, jajaja
¡Que buena idea lo de que no sea grasa! Nosotros por ahora utilizamos una casera, a base de harina sin gluten, y creo que es resultado es parecido porque tampoco mancha mucho pero se desmigaja demasiado. Me apunto la referencia, ¡gracias por la información! Besos y felices vacaciones
Pues tiene que ser muy muy parecida por lo que cuentas!
No conocía esta plastilina, pero lo chulo y divertido de la de verdad es que pringa, jaja, y eso es lo que más les gusta a los niños. Además, si cuesta tanto pegarla después, casi como que a mi no me gustará.
Creo que poniendo un tapete de plástico (los que se usan para escribir encima) en la mesa donde vayan a jugar, se arregla el problema de la “grasa” de la plastilina, y además se recoge mejor!
Es cierto que a los peques les encanta pero yo odio cuando la pisan y van dejando huellas grasientas en el suelo o cuando la estrujan en las paredes. Mira que tengo 100 ojos cuando juega con plasti pero al menor descuido… ¡zas! ya tengo un bonito vinilo decorativo en la pared! jajaja