Mi hijo tiene mamitis: ¿qué es y qué podemos hacer al respecto?

mamitis

“Este niño tiene mamitis o está muy enmadrado”. ¡¿Cuántas veces habremos escuchado esta frase, dicha, además, en tono despectivo y de reproche?!, como si el hecho de que un niño pequeño quiera estar con su madre fuera algo criticable o raro.

Los primeros meses de vida la principal figura de apego para un bebé es su madre. Ella es su fuente de alimento y con ella se siente protegido, amado y seguro. A medida que el bebé crece lo hace también su independencia y en torno a su primer año de vida (coincidiendo con sus primeros pasos) el niño comienza a desvincularse de su figura de apego y a ser consciente de que es capaz de hacer muchas cosas por sí solo.

A esta edad es frecuente que los padres tengamos que enfrentarnos tanto a rechazos de ayuda por parte de nuestros pequeños (el “yo puedo solo” se convierte en su leitmotiv a partir del año y medio) como a “retrocesos” (por llamarlo de algún modo) en forma de “mamitis” aguda.

Estas fases de apego excesivo no son malas, ni tampoco significan que les estemos “malcriando” (algo que también es frecuente escuchar de boca de quienes nos rodean) sino todo lo contrario. A lo largo de su desarrollo, el niño va atravesando momentos que le desestabilizan, provocándole miedo, malestar, ansiedad… Desde un simple virus hasta situaciones más complejas para él como la llegada de un hermanito, problemas familiares, el inicio de la guardería… pueden generarle una gran inseguridad.

Llegados a este punto, ¿no parece lógico que el niño necesite recurrir a quien, hasta el momento, significa TODO para él? Su madre es calor, alimento, consuelo, amor, sosiego, paz, protección… por lo que es normal que recurra a ella para salvar ciertos obstáculos.

Lo que puede ocurrir es que debido a la poca fluidez del lenguaje, los niños manifiestan su “mamitis” (o esa necesidad de estar continuamente con mamá para sentirse seguros) con gritos, llantos o comportamientos que, en ocasiones, puede alterarnos e incluso confundirnos (¿Pero por qué no se quiere quedar con los abuelos, si antes lo hacía encantado? – puede que nos preguntemos). Generalmente el entorno tampoco apoya y con el objeto de ayudar a la madre, a veces sobrepasada por los acontecimientos, apartan bruscamente al niño de su lado, le engañan para que no vea que mamá se marcha, o le recriminan su comportamiento, algo que no hace sino agravar la situación. 

Mi hijo tiene mamitits, ¿qué hago?

Por tanto, ¿qué podemos hacer si nuestro hijo atraviesa una fase de “mamitis”?

Desde mi experiencia aconsejo tres cosas:

  • La primera y principal es que nadie te haga sentir culpable o insegura por tu modelo de crianza, alegando que “no es bueno ni sano que tu hijo esté tan apegado a tí”. Teniendo claro que tú, como madre, eres su principal figura de apego, debes sentirte orgullosa si tu pequeño recurra a ti cuando no se encuentra bien física o emocionalmente. Eso significa que tú le aportas todo lo bueno y que recurre a tí porque confía en que puedas ayudarle cuando más lo necesita.
  • Lo segundo es que trates de comprender a tu hijo para así poder ayudarle. Puede que desde la perspectiva de un adulto no veamos la importancia que un acontecimiento puede llegar a tener en la vida de un niño, por eso es importante ponernos en su piel. Recuerdo como una amiga me contaba lo mucho que le costó a su niña comenzar el colegio. Cuando por fin se hubo adaptado, su profesora sufrió un accidente y tuvo que ser sustituida. Aquel hecho, que para un adulto puede no tener ninguna relevancia, alteró sobremanera a muchos de los niños de esa clase. Algunos lo manifestaron con escapes de pipí, otros con rabietas, otros con “mamitas”, terrores nocturnos…
  • Una vez localizada la situación que genera malestar en nuestro hijo, intentaremos solucionarla (si es que está en nuestra mano hacerlo) y si no pudiéramos, acompañaremos a nuestro peque en el proceso, haciéndole sentir seguro y confiado.

Si te sientes empoderada y segura de tí misma y tu crianza, sabrás acompañar, como corresponde a tu peque. En cuestión de días esa fase de apego excesivo o “mamitis” habrá pasado y tu niño verá, una vez más, que estás ahí para ayudarle cuando lo necesita.

Foto de portada | Andrea Piacquadio (Pexels)

31 comentarios en «Mi hijo tiene mamitis: ¿qué es y qué podemos hacer al respecto?»

  1. Mi peque siempre ha sido mas madrero pero todavía puedo despedirme de él cuando me voy. Lo que si es cierto es que estoy notando que esto cada vez va a mas. Imagino que, en casos como el tuyo, en los que ya hablan te atacan muchísimo mas al sentimiento. Espero que le pase pronto. Un Besito

    Responder
  2. creo que es una etapa por la que pasan muchos niños. en mi guarde, cuando faltan muchos días porque están malitos u otra circunstancia, vuelven con una gran mamitis, pero no les suele durar mucho tiempo.

    besos

    Responder
    • Es cierto que pasa con frecuencia y que casi todos los niños lo viven en algún momento, pero te confieso Jesús que se me hace rarísimo ver a mi hijo con “mamitits” porque es algo, en sus 2 años y medio de vida, que jamás había hecho acto de presencia.

      Responder
    • Gracias por este comentario estoy en una fase asi con mi nena de 3 años y me duele el corazon que me diga que no me vaya o se ponga a llorar. Espero no dure mucho xq justo se enfermo la semana pasada falto al colegio 3 dias y luego vino el fin de semana.estos dias han sido duros

      Responder
  3. Aceptalo como tal. No le des más vueltas. Si quiere estar contigo, disfruta de ello. Yo me angustié sobremanera con este tema porque mis hijos son y han sido los reyes de la mamitis. Hasta que un día fui a buscar a mi hijo al cole y me dijo que no quería irse, que se quería quedar con sus amigos. Siempre querrán estar con mamá, sobretodo por las noches o cuando se sienten vulnerables pero poco a poco se van despegando. y entonces lo hechamos de menos

    Responder
    • Jajaja! ¡Eso es fantástico! Con una frase así se te quita la preocupación de un plumazo. Espero que poco a poco se vaya despegando, ¡no por mí! (a mí me encanta tenerle todo el día como una lapita amorosa) sino por él.
      Gracias Sandra

      Responder
  4. Yo lo veo normal. A mi hijo también le pasó. Tenía una mamitis aguda y no me dejaba descansar. De repente un día se le quitó, menos mal. Aún a veces me dice eso de “Mami, aquí” y se pone a llorar, pero en cuant salgo por la puerta ya se da cuenta de que no le ha funcionado el truco y se calla. ¿Por qué lo sé? Porque la ventana de su clase en la guardería va a dar a donde dejamos los papis los carritos y cuando se queda llorando siempre me acerco a la ventana para comprobar si sigue llorando. Siempre le veo con una sonrisa de oreja a oreja jugando tranquilamente con sus amiguitos. El año pasado me iba llorando por los ricones cuando le dana el ataque mamitis y no creía a las cuidadores que me decían que se le pasaba en seguida. Como ahora lo compruebo yo misma me voy más tranquila. Ánimo, seguro que la fase se le pasará enseguida.

    Responder
    • Jajaja! ¡Qué pillo tu nene!
      Lo de mirar por la ventana todos lo hacemos alguna vez 😉
      Espero que sean etapas y la verdad es que con vuestros comentarios me quedo mucho más tranquila. Gracias guapa!

      Responder
  5. Pues no puedo decirte mucho porque los míos son muy pequeños para estas cosas aunque miedo me da Repollete con lo enmadrado que está.
    Posiblemente sea una fase y se le vaya pasando poco a poco según vaya creciendo… lo que pasará cuando empiece el cole pues no se sabe igual va tan contento…. ánimo y ya nos irás contando.

    Responder
    • Va a ser cierto eso de que “los niños son más de mamá” 😉
      Tienes toda la razón en decir que no se sabe cómo actuará cuando empiece el cole. Yo es que soy muy “adelanta-acontecimientos” y a veces me agobio yo sola y me formo unas películas que no se corresponden con la realidad (¡gracias a Dios!), así que mejor dejar fluir las cosas y a ver que pasa.
      Gracias guapa!

      Responder
  6. Qué duro tiene que ser ver así al nene cuando no tienes más remedio que irte.
    La verdad es que no se qué decirte, porque aunque Minerva también tiene bastante mamitis, en casa la tengo todo el día pegada, las pocas veces que la he dejado con mis padres o con su padre, se ha quedado bien. Además es más pequeña.
    Imagino que son etapas, ¿no ha pasado nada por lo que esté más temeroso y te necesite más?
    Espero que poco a poco vayáis estando los dos mejor.
    Un abrazo

    Responder
    • Sí Carol, se hace muy duro y eso que le dejo con mi madre a la que sé que adora ! Te juro que si tuviera que dejarle con otra persona extraña se me formaría un nudo en la garganta al oírle que no sé cómo reaccionaría…

      Responder
  7. Uf, cómo te entiendo. Mi nene está igual: se queda con los abuelos por las mañanas, las 5 horas que estoy trabajando. Y me tengo que ir a la francesa: le doy un besito y hago mutis por el foro mientras no se da cuenta.
    Me dice mi madre que me nombra un par de veces justo cuando me he marchado, pero que luego está tranquilo hasta que se hace mi hora de llegada, en que de nuevo vuelve a nombrarme….¡Y lo paso yo peor que él!

    Imagino que son etapas, y espero que pase rápido. Ánimo para ti también.
    Un beso y gracias por tu blog.

    Responder
    • A veces yo también hago lo mismo: aprovecho que mi madre le “engaña” con cualquier cosita y me voy sin decir ni mú. ¡Me siento fatal pero sé que es mejor para él porque al menos no llora tanto!

      ¡Vaya par que estamos hechas! jajaja. Mucho ánimo guapa y muchísimas gracias por pasarte por mi blog y comentar

      Responder
  8. Hombre, yo no creo que sea fruto de estar siempre con él, porque mi hija es una lapa cuando llego a casa, no hasta los extremos de tu hijo, pero no deja de estar a mi lado.

    Con decirte que cuando hago pis, abraza a mi pierna y la dice: “Pierna graaaaaaaaande” o me coge la tripa y dice: “Oh, tipa, tipa gorda”. Coñe, que no podía decir mamá guapa, no.

    Yo creo que son etapas.

    Responder
    • Jajajaja! Me parto con tu Bichito Suu! ¡Es genial! 😉

      Si te consuela, el mío cada vez que me sale un granito me dice que estoy FEA, ahí es ná!

      Responder
  9. El único consejo que puedo darte es que disfrutes de todo esto, que le mimes y le quieras hasta el infinito. Te aseguro que a los 18 no será así.
    El complejo de culpa es normal, todas hemos pasado por ello.

    Responder
    • Jajajaja! Seguro que a los 18, cuanto más quiera que sea así más despegado será de mí 🙁
      La verdad es que sí, me angustia pensar que pueda seguir esta fase cuando empiece el cole y le tenga que dejar solito, pero como me han dicho más arriba, ¡nunca se sabe cómo va a reaccionar e igual va la mar de contento! ¡Ojalá!

      Responder
  10. Hola:
    He llegado por casualidad a tu blog y la verdad que me parece estupendo, leerte es muy ameno y siento que se aprende mucho leyéndote. Siento todo por lo que has pasado y ojalá que un día el sueño de tener una familia numerosa se haga realidad. De mientras, espero que tu hijo esté algo menos demandante, que seguro que también te gusta que te necesite.
    Saludos

    Responder
    • Muchísimas gracias por tus palabras!
      Me halaga un montón encontrarme con comentarios como el tuyo, tan cariñosos y alicientes. Ojalá en este año se cumplan todos nuestros sueños! Un beso

      Responder
  11. Pero vamos a ver!!! es que tu niño y mi niña se ha puesto de acuerdo a nuestras espaldas??ya leíste la situación que estamos atravesando en casa…no?
    pues justo has descrito identico a lo que hace maria conmigo, hasta lo del Koala!!!
    Es una pasada, pero a mi me pasa lo mismo…estoy que se me cae la baba, y como por ahora no ha de ir a la guarde pues no me preocupa, nos estamos besando todo el dia y diciendonos lo mucho que nos queremos, que a ella ya le he enseñado a decir T’estimo (te quiero) y lo dice con unaboquita de piñon que me caigo derretida… Ta’Tto…me dice ella jajaja, no se parece mucho, pero sé que para ella es lo mismo.
    disfrutalo, es lo que yo hago, y eso que tiene su parte negativa…que no puedo darme la vuelta sin que ella venga conmigo, que si la dejo …llora y etc…
    Pero qué bonitoooo…

    Un besazo preciosa

    Responder
    • Ya ves! Por eso te dije en el post que tenía pensado escribir sobre ello porque el mío está pasando por lo mismo.
      El momento “Te quiero” es único!! 🙂

      Responder
  12. Mi peque se queda agusto con su papi, su tata o sus abuelos, pero cuando estoy yo, no se despega ni un momento de mí y tiene miedo de que me vaya. Pero yo creo que es una fase perfectamente normal y que poco a poco irá “despegándose” cuando se sienta preparado. Además reconozco que si él tiene mamitis, yo tengo hijitis, je, je.

    Responder
  13. La mamitis es una etapa en la vida de nuestros hijos. Yo pensaba que nunca pasaría,…., pero pasó. Eso de “solo quiere que le bañe yo, que le acompañe yo, que le vista yo, yo, yo, yo….” me suena y es agotador. Pero pasa en cuanto se hacen un poco más mayores. Ahora mi hijo me dice “mamá vete que me baña papá”, ¡quién le ha visto y quien le ve!. Solo puedo desearte ánimo en esta etapa porque a veces es agotadora.
    Un besote.

    Responder
    • Jajaja! La verdad es que cuando la mamitis está en su pleno apogeo parece que no va a acabarse nunca. Y no es por mí! (que yo estoy encantada con mi koala besándome todo el día) pero pienso mucho en el momento separación del cole y me aterra pensar que lo pueda pasar mal. Por eso me encantaría que se fuera despegando poco a poco para que cuando empezara el cole fuera todo más llevadero. Pero bueno, ya veo que son fases y que se le pasará cuando él considere

      Responder
      • El momento del cole fue uno de los más duros para mi, y creo que para él también. Yo tenía mucho miedo y mi hijo, como casi siempre, me sorprendió. Si él, con su super mamitis, ha conseguido adaptarse tan bien y con tanta naturalidad al colegio, no dudo que tu pequeño lo conseguirá sin problemas. Lo importante es vivir el día a día e ir dándoles lo que necesitan en cada momento. Un beso.

        Responder
  14. Hola, probablemente el peque ya va tomando consciencia del rato que estás ausente, no digo que antes no lo notase,que por supuesto que sí, pero seguramente no era tan consciente de ello como lo está siendo ahora. Yo pasé por todo eso cuando mis nenes eran más chiquitines y sí que es bastante difícil verles llorar porque te vas, pero todo irá pasando, cuando no tenemos otro remedio es lo que nos toca… ¡ánimo guapa!

    Responder

Deja un comentario

Responsable » Silvia Díaz.
Finalidad » Gestionar los comentarios.
Legitimación » Tu consentimiento.
Destinatarios » Los datos que me facilitas estarán ubicados en los servidores de SiteGround Spain S.L (proveedor de hosting de Ser tri-madre: ¡toda una aventura!) dentro de la UE. Ver política de privacidad de SiteGround Spain S.L (https://www.Siteground.es).
Derechos » Podrás ejercer tus derechos, entre otros, a acceder, rectificar, limitar y suprimir tus datos.