Se acercan las Navidades y mi Mayor ya anda en plena faena con la carta a Sus Majestades los Reyes de Oriente. Cada día la modifica y añade una cosita nueva, tacha otra o da indicaciones más precisas para que los Magos lo encuentren todo sin problema.
Con él las cosas son fáciles pues lo tiene todo más o menos claro y los Reyes sabrán perfectamente cómo agradarle. Pero con Pulguita la cosa cambia. Ya no es el primer bebé de la familia y por tanto no existe la obsesión que había con mi hijo por regalarle de todo en sus primeras Navidades. Al “es muy pequeña y no se entera” –que curiosamente no le decían a mi hijo en sus primeros Reyes- se une el hecho de que tiene una gran cantidad de juguetes heredados de su hermano por lo que la pobre ha pasado a un segundo plano.
Pero todos esos juguetes heredados fueron comprados en su día al tun tun –como se suele decir- sin tener en cuenta ningún tipo de criterio pedagógico o motriz y, por supuesto, pasando por alto la edad del bebé.
Yo quiero que mi niña tenga este año unos Reyes especiales, pues no sólo serán sus primeros Reyes sino que además sé perfectamente los juguetes que quiero para ella. Así como con mi Mayor “todo valía” y la inexperiencia y emoción del momento nos hizo llenar la casa de juguetes y cachivaches algunos un tanto absurdos y poco prácticos, ahora que soy madre experimentada tengo las cosas más claras.
En este tiempo me he ido informando sobre juguetes adaptados a las necesidades de un bebé y su etapa concreta de desarrollo. Quiero que sean juguetes que le ayuden en su desarrollo cognitivo y psicomotriz y, en este sentido, la nueva gama de juguetes para bebés que ha sacado Nenuco Baby me tiene enamorada.
Tiene sonajeros, mordedores, ositos musicales que acompañan al bebé durante el sueño iluminándose su tripita, espirales de actividades para colocar en su carrito o su cuna, pirámide-balancín, juguetes de baño, correpasillos, mantas de actividades… Pero lo que más ha captado mi atención es el Osito Nuco Dancing, un osito musical con movimiento que se desplaza y baila al tiempo que emite divertidos sonidos.
Si hace unas semanas comentaba en el blog que mi hija, al contrario que su hermano, no parecía ser un bebé demasiado “musical”, de un tiempo a esta parte esta faceta suya ha cambiado y se desvive y emociona con la música en cuanto la oye. Independientemente de dónde venga y del tipo de melodía que suene, se pone como loca, a agitar los brazos con el dedo índice levantado como si estuviera dirigiendo una orquesta. ¡E incluso se atreve a hacerlo de pie asombrándome con lo bien que mantiene ya el equilibrio sin ayuda!
El Osito Nuco Dancing se activa dando una palmada o presionando sus manitas y pies y me parece un juguete perfecto para ayudar al bebé a ejercitar su motricidad.
¡Estoy segura de que será uno de los juguetes estrella de mi Pulguita estas Navidades!
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