Y de repente un día, todo se vuelve fácil

El otro día, una madre en el parque me dijo que sentía admiración por las madres de familia numerosa: “Os veo siempre tan resueltas con tres o cuatro hijos, que no entiendo cómo puedo agobiarme solo con uno”. No es la primera vez que alguien me hace esta reflexión, y lo cierto es que la entiendo perfectamente porque cuando solo tenía a mi Mayor pensaba exactamente lo mismo de las madres de familia numerosa. Sin embargo, con el tiempo me he dado cuenta de que no es cuestión del número de hijos que se tenga, sino de la importancia de … Sigue leyendo Y de repente un día, todo se vuelve fácil